Hoy en día hay, en Perú, según Migraciones, más de 861 mil venezolanos. A la gran mayoría de ellos los vemos trabajando duro. Pero hay un pequeño grupo que ha venido con otros propósitos.
Ellos no han venido de forma espontánea. Se trataría de gente de mal vivir –presos y hampones– enviada especialmente por el dictador Nicolás Maduro para desestabilizar a los países que se han mostrado contrarios a su régimen y para generar una mala imagen de los migrantes venezolanos. “Algunas de estas personas, no en todos los casos, han sido enviadas a Perú y a otros países de la región adversos a lo que está pasando en Venezuela, para buscar desestabilizarlos políticamente. De igual forma, buscan descalificar a la diáspora venezolana”, dijo a Perú21 Óscar Pérez, de la ONG Unión Venezolana en Perú.
Indicó que entre ellos se encuentran los colectivos revolucionarios, que son grupos armados que se encuentran en zonas pobres de Venezuela y que son los “escuderos de Nicolás Maduro”.
Por su parte, Carlos Scull, embajador de Venezuela nombrado por Juan Guaidó, manifestó que Maduro emplea este tipo de estrategias. “Ya el 23 de febrero de 2019 vimos cómo se emplearon presos para tapar la llegada de la ayuda humanitaria en la frontera”, destacó.
Explicó que ya hay un precedente. En los años 70, el régimen cubano de Fidel Castro mandó presos a Estados Unidos para generar caos. “No sería extraño que se haga algo similar acá”, sostuvo.
Destacó, asimismo, los vínculos que tendrían con la sanguinaria banda del Tren de Aragua (parte de sus integrantes fueron detenidos en Lima). “Los dejaban hacer lo que querían”, mencionó. Al respecto, Pérez recalcó que esta organización criminal “es una fuerza de choque, que sirve a los intereses de Maduro”.
Adicionalmente, la periodista venezolana Rosalinda Hernández recordó que en su país varios diputados han denunciado públicamente este hecho. Refirió que estos hampones ingresan por las zonas liberadas de la frontera con Colombia, aprovechando que se trata de miles de kilómetros de selva agreste.