El terremoto de 2010 fue la mayor tragedia ocurrida en ese país. (USI)
El terremoto de 2010 fue la mayor tragedia ocurrida en ese país. (USI)

Redacción PERÚ21

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Unos 6 mil ciudadanos de ingresaron a el último año gracias a una disposición migratoria solidaria de se país. Sin embargo, hace dos semanas se dio la orden de suspender la entrada de los afectados por el terremoto de 2010, lo que dejó en el limbo a por lo menos 254 isleños, contados hasta ayer, en la región fronteriza peruana de Madre de Dios.

Entre estos últimos se cuenta Fasio Etienne, de 39 años, varado hace nueve días en Iñapari, sin saber qué hacer. Como él, miles de haitianos dejaron a sus familias con la esperanza de un trabajo en Brasil, pero la Policía fronteriza no les permite el paso.

El alcalde de Iñapari, Celso Curi, permitió acampar a los foráneos en el templo del pueblo y en ambientas de la sede del Gobierno Regional. También están recibiendo alimentos del municipio de Assís, en Brasil, y se tratan problemas de Salud en la posta de Iñapari. Sin embargo, las autoridades brasileñas, con las que dialogan a diario, aún no les dan ninguna solución.

Fasio lidera este grupo de haitianos, que hicieron casi todos la misma ruta, Puerto Príncipe-Santo Domingo-Panamá-Lima-Cusco-Iñapari, y gastaron sus únicos ahorros en este viaje. "Invertí todo mi dinero para venir, US$3,200. No tengo más. No puedo regresar a la misma miseria en mi país".

En la localidad fronteriza, de solo 2,500 habitantes, hay gran preocupación porque no estaban preparados para semejante incremento poblacional. "Tenemos agua dos horas al día y ahora ya no nos damos abasto", señaló Curi. La situación puede empeorar porque en Haití aún no saben del cierre de la frontera y las agencias de viajes continúan promoviendo los viajes.