La crisis sanitaria y el confinamiento social cambiaron el ritmo de vida de millones de personas. Salir a correr y ejercitarse varió de rumbo por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.
La inactividad física y el sedentarismo asomaron como dos grandes obstáculos. “Una de las mejores formas de canalizar el estrés es a través del ejercicio y no existe un límite de edad para realizarlo”, explica el doctor Diego Puerta, especialista de Bodytech, el primer Club Médico Deportivo del Perú.
Sostiene que, además de mejorar el aspecto físico, los ejercicios también suman a la hora de aliviar las molestias y brindan beneficios a la salud mental. “La actividad física ayuda a mitigar riesgos de osteoporosis, mejora la actividad cardiaca y ayuda a reducir la glucosa en la sangre”, añade.
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Decisión y voluntad son las claves. “Dedicar de 30 minutos a una hora diaria para realizar ejercicios, antes o después de la jornada laboral”, señala.
“El mantener una rutina adecuada y constante de ejercicios ayuda a prevenir y reducir las posibilidades de aparición de lesiones o enfermedades musculo-esqueléticas y degenerativas como mialgias, fibromialgias, lumbalgias o dorsalgias mecánicas y la debilidad muscular en sí”, subraya.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda 150 minutos semanales de ejercicio. Esto puede ser una rutina de cinco días a la semana por 30 minutos de duración como mínimo.