Le habían exigido U$80 mil para dejarlo trabajar tranquilo, pero, como el empresario textil de apellido Castillo no accedió a pagar, los extorsionadores hicieron detonar el viernes una granada de guerra en su casa, ubicada en Santa Anita. Este es un nuevo ataque en la capital con este tipo de explosivo y es que, según la Policía, para conseguir uno de estos artefactos en el mercado negro, se requiere invertir apenas S/.150.
En esto coincidieron fuentes de la División de Investigación de Robos de la Dirincri y de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX). Ellos señalaron que –de acuerdo a informes de inteligencia– actualmente existen dos puntos donde se consigue este material de guerra.
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"Se sabe que este ilegal negocio continúa en Las Malvinas y todo se hace a través de previos contactos. El otro punto es la zona conocida como La 50, en Independencia", señaló un oficial.
Como es público, este último lugar se hizo conocido debido a la venta de autopartes de vehículos robados. Sin embargo, ahora se habría convertido en un centro clandestino de venta de armas y explosivos.
"De acuerdo a la manifestación de algunos detenidos, tenemos conocimiento de que una granada de guerra en estos lugares puede costar entre 100 y 150 soles. Antes, estos explosivos costaban 500 soles", explicó el investigador.
PRINCIPAL ARMA Los agentes señalaron que existe mayor demanda por estos explosivos debido a que se han convertido en la principal arma de las bandas de extorsionadores que operan en la capital y el interior del país.
"Para estos criminales, los artefactos explosivos son un arma básica para atemorizar a sus víctimas y lograr que entreguen el dinero que les exigen", puntualizó.
Se informó que, en lo que va del año, se han incautado 120 granadas de guerra en diferentes intervenciones policiales. En esta cifra están incluidas las que fueron detonadas en los diferentes casos de extorsión en Lima.
La mayoría de incautaciones se efectuó en San Juan de Lurigancho, distrito donde, desde hace tres meses, se desató una ola de este tipo de delito. Como se recuerda, las amenazas llegaron a más de 30 colegios.
Respecto a la procedencia de las mismas, los investigadores señalaron que existen dos posibilidades: la primera es que provengan de personal corrupto de las Fuerzas Armadas; la otra apunta a que estarían ingresando por las fronteras de Ecuador y Colombia.
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ÚLTIMO ATAQUEEl último ataque con granada se produjo a las 10:00 p.m. del viernes, cuando la familia Castillo Rivera se encontraba en su vivienda, ubicada en la urbanización Alameda de Ate. En la casa había tres niños.
Unos criminales arrojaron el artefacto explosivo que causó daños en las puertas y ventanas del inmueble. Afortunadamente no hubo heridos.
Posteriormente, se supo que la familia había recibido llamadas telefónicas en las que le exigían el pago de 80 mil dólares. Sin embargo, los agraviados se habrían negado a pagar y nunca denunciaron el hecho hasta lo ocurrido el viernes.