Los Guardianes del Altar es una nueva facción religiosa de corte militar en Perú. (Cuarto Poder)

Redacción PERÚ21

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Los Guardianes del Altar son una facción de corte militarista que participan activamente dentro de la polémica iglesia , más conocida como Pare de Sufrir, la misma que tiene sede en el Perú.

Este nuevo proyecto concentra a jóvenes uniformados que portan el emblema de Gladiadores del Altar al reverso de sus polos. Los logos muestran un escudo y una espada incrustada en diagonal, además de las siglas GA.

En videos argentinos difundidos por esta Iglesia, explican que su objetivo es formar una nueva generación de "pastores guerreros" determinados a hacer la obra de Dios y deshacer las obras del mal.

Luego de su presentación en Brasil, hace poco más de dos meses, se han generado ciento de críticas. "El fundamentalisto cristiano amenaza las libertades individuales, la diversidad sexual o manifestaciones culturales laicas", dijo el diputado federal carioca Jean Wyllys.

Según un informe de Cuarto Poder, son más de cuatro mil jóvenes brasileros, colombianos, argentinos y también peruanos que están dispuestos a "entregar su vida al servicio de Dios", asumiendo esta postura altamente disciplinaria.

Existen fotografías publicadas por la Iglesia Comunidad Cristiana del Espíritu Santo. En su página web revelan a unos 20 jóvenes alineados y con posturas marciales, encabezados por la Bandera Nacional del Perú.

Estas imágenes datan del 13 de febrero de este año y fueron tomadas en su sede ubicada en la cuadra 6 de la avenida Venezuela, en Breña.

Según el sociólogo Sandro Venturo, existe el riesgo remoto de que estas facciones de corte militarista utilicen la violencia con el objetivo de lograr sus propósitos.

"Creo que sería muy prematuro anticipar una situación de ese tipo (islámico) porque estaríamos dejando el problema en el tema de la especulación producto de los miedos irracionales" mencionó José Manuel Sánchez, antropólogo experto en dinámicas religiosa.

El reportaje de Cuarto Poder menciona que los Gladiadores del Altar no portan armas ni tienen registrado acciones violentas a su cargo, sin embargo generan ciertas suspicacias por su parecido estético con las milicias islámicas.