La inseguridad ciudadana nos afecta a todos. Lo que ocurrió ayer en el centro comercial nos hace sentir aún más vulnerables. Sin embargo, reconforta saber que hay autoridades especializadas en seguridad que contribuyen con su trabajo. El general Juan Carlos Sotil nos recibió en sus oficinas de la y, además de describirnos el escenario en el que se mueven delincuentes como los extorsionadores, también nos permitió ver el esfuerzo que hacen los buenos policías para protegernos. Sentado en su escritorio, con un gorro y un polo del club Deportivo Municipal de fondo, el general Juan Carlos Sotil nos contó cómo los extorsionadores eligen a sus víctimas, cómo realizan llamadas desde los penales, quiénes cobran el dinero y qué hace la . Sotil formó parte de la última promoción de la Policía de Investigaciones del Perú. Es primo del mítico futbolista Hugo ‘Cholo’ Sotil. Cree, firmemente, que su institución experimentará un gran cambio para bien. Aquí el relato.

Todo empieza con una llamada, con una comunicación privada en las redes sociales o con una carta dejada debajo de la puerta. Es así como los extorsionadores intimidan, generan miedo, neutralizan. A los que no creen en sus amenazas, les hacen llegar sobres con balas de diverso calibre. El mensaje es clarísimo: si no cumples con lo que te estamos pidiendo, estas balas van a ir a tu cuerpo. Se valen del anonimato. Usan información privilegiada. No solo describen la rutina de la víctima.

También saben los nombres de sus hijos, en qué colegio estudian, cuál es la placa de la movilidad que los lleva, qué ruta emplean, cuál es su itinerario, cuál es su ritmo de vida. Por eso, algunos ceden y pagan. La extorsión es uno de los delitos emergentes en los últimos años.

En las cárceles, como la de Cachiche, en Ica, hay toda una cadena de corrupción y criminalidad. Cómo es que pueden entrar USB, cómo es que pueden entrar celulares o cargadores. Son elementos que están prohibidos y que están penalizados.

Los extorsionadores se valen de la intimidación y del miedo. Amenazan por teléfono, por las redes sociales o cartas. Pero, también, hacen disparos a las puertas o a las paredes de los domicilios de las víctimas. A veces detonan un cartucho de dinamita, incendian un vehículo o llegan a lesionar a personas; en otros casos, menos mal pocos, se ha llegado a victimar a las personas amenazadas.

Si un ciudadano cede y termina pagando, se vuelve ‘cliente’ de estas organizaciones. Lo que sigue es que los extorsionadores ofrecen protección, se vuelven sus ‘chalecos’. ¿Y cómo escogen a sus víctimas? Con una base de datos que compran en la Av. Wilson. Allí se informan sobre el uso de las tarjetas de crédito, del consumo que hacen las personas, lo que determina su capacidad económica.

Asimismo, navegan por las redes sociales. Ven a aquellos jóvenes que cuelgan información sobre clubes o regalos costosos. Con esos datos, dan muestra de que manejan dinero. Otra fuente de información son las noticias que aparecen en la televisión. Identifican a personajes, logran obtener sus teléfonos y ahí empieza todo el circuito de las llamadas. ¿Cómo lo cobran? Usan a indigentes o drogadictos, los que abren cuentas bancarias. Cuando hemos capturado al titular de la cuenta, este nos dice mi primo, mi amigo me llamó, me dijo que abriera una cuenta, que me iba a regalar S/100.

INTELIGENCIA EN PENALES

La Policía responde rápidamente en estas situaciones. En la mayoría de los casos, estas llamadas provienen de los penales. Y en particular del penal de Ica. Las últimas llamadas las tenemos registradas en esa cárcel.

Las denuncias de extorsiones son investigadas por la División de Investigación de Secuestros de la Dirincri. Tenemos una herramienta muy importante que es la geolocalización. El sistema nos permite determinar la ubicación geográfica de la antena que ha emitido esa señal celular.
Desde las cárceles se planifican muchos de los crímenes que suceden fuera de ellas. Y los delincuentes se vanaglorian. Para nosotros, los penales siempre han sido una fuente inagotable para luchar contra la delincuencia común y el crimen organizado. Y está en proyecto desarrollar un departamento de inteligencia en las prisiones.

La Policía Nacional está en una etapa de cambio. “Está quedando una nueva generación, a la que hay que potenciar sus habilidades y especializarlos desde ahorita. Porque ellos van a llegar a comandar la Policía Nacional. Debemos definir las especialidades y renovar los cuadros. Todos los oficiales del FBI son profesionales en otras carreras. Primero son profesionales en otras carreras y luego se hacen policías. Por qué acá no.

La implementación del nuevo Código Procesal Penal exige una Policía más técnica, más científica. En los próximos años, debemos contar con laboratorios debidamente implementados y equipados. El Estado tiene que hacer un gran esfuerzo y lo antes posible. Reducir la criminalidad, hoy en día, es necesario y primordial.

SABÍA QUE

El general Juan Carlos Sotil asumió la jefatura de la Dirincri en enero de este año, tras ser ascendido al grado de general. Antes se desempeñó como jefe de la Región Policial Tumbes.
Cuenta con dos maestrías: una de Administración y Ciencias Policiales y otra en Desarrollo y Defensa Nacional. Esta última la realizó en el Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN).

El oficial pide a la ciudadanía que confíe en la Policía. “En todas sus áreas, viene haciendo lo mejor de su trabajo”, aseguró. También cree que no son las instituciones las corruptas, sino las personas.

El general consideró que se debe especializar a los agentes desde que estos ingresan a las escuelas policiales.

Sotil cree que es importante que se implementen laboratorios en varias regiones del país para poder combatir el crimen organizado y la delincuencia común con apoyo de las herramientas de la ciencia.