Ayer, el Ministerio Público incautó más de 31 kilos de oro valorizados en un millón de dólares en las instalaciones aduaneras del aeropuerto internacional Jorge Chávez (Callao), las cuales fueron depositadas en la bóveda del Banco de la Nación.
Así lo dio a conocer el fiscal del turno, Hamilton Castro Trigos, quien señaló que la incautación se realizó por el pedido de la autoridad aduanera, con el fin de evitar que saliese al extranjero.
“Tres barras de oro, de un peso de más de 31 kilos. La incautación ha sido como consecuencia de un pedido de la autoridad aduanera debido a que presuntamente provenía de la minería ilegal”, informó Castro Trigos.
Asimismo, señaló que se procedió a entregar el metal precioso al Programa Nacional de Bienes Incautados (Pronabi), que se encarga de administrar las expropiaciones realizadas por los diferentes estamentos del Estado.
Sin embargo, “por protocolo, las tres barras de oro ingresaron a las bóvedas del Banco de la Nación”, señaló el titular de la Fiscalía Provincial Penal con competencia en extinción de dominio.
Además, detalló que las barras de oro pertenecían a la empresa Sol Creciente que había iniciado un trámite aduanero para exportarlas con documentación sobre explotaciones auríferas simuladas.
La compañía había presuntamente falseado información sobre el origen de oro al sostener una explotación inexistente en la provincia de Tambopata, en la región de Madre de Dios, fronteriza con Bolivia y Brasil.
Vale precisar que la minería ilegal es la principal amenaza para la deforestación de la Amazonía en el sur de Perú, ya que ha arrasado con unas 8,000 hectáreas de selva en la zona de La Pampa.
También contamina los ríos de la Amazonía por el uso de mercurio entre otros metales pesados, las cuales intoxica a los peces y a comunidades por el consumo.