Desastre. El fenómeno El Niño que afectó al Perú entre 1997 y 1998 fue calificado de extraordinario y dejó graves pérdidas. (USI)
Desastre. El fenómeno El Niño que afectó al Perú entre 1997 y 1998 fue calificado de extraordinario y dejó graves pérdidas. (USI)

Redacción PERÚ21

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En Estados Unidos, el es comparado con Godzila. No es para menos, pues todo indica que en el verano el evento será un monstruo que causará daños graves en la población y en la infraestructura de ese país. En el Perú la situación no es muy diferente. Los expertos consideran que ya estamos en un evento fuerte y, pese a la experiencia vivida hace casi 20 años, el país no está preparado para lo que sería el fenómeno más fuerte desde 1997.

Amelia Díaz, presidenta ejecutiva del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (), explicó que en el Perú el fenómeno El Niño empezó en abril y se mantuvo como moderado, pero actualmente se están evaluando diversas variables para confirmar si ya ha llegado a la categoría de fuerte. "Es bastaste probable que el evento se extienda hacia el verano y afecte el periodo lluvioso. No podríamos descartar que la intensidad llegue a ser fuerte o hasta extraordinaria", alertó.

No obstante, refirió que recién a fin de mes el Comité del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) especificará su intensidad. "La atmósfera y el océano se están acoplando y eso indicaría que se trata de un evento que se mantendría en el tiempo, pero se debe tener en cuenta que cada Niño tiene una formación diferente y por tanto las condiciones pueden variar", explicó.

Para Luis Icochea, oceanógrafo y ex jefe del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), actualmente El Niño ya presenta la categoría de fuerte. Explicó que, según el parámetro que utiliza el Enfen para calificar el evento, cuando este mide entre 1.7° y 3° ya se considera fuerte, y la medida actual es de 2.5°. "Incluso en la primera semana de julio llegó a medir 3.3°, como si fuera un evento extraordinario; sin embargo solo fue una semana", señaló.

El investigador refirió que actualmente las anomalías atmosféricas son muy parecidas a las que se presentaron en El Niño de 1997, pero están adelantadas. "Esto quiere decir que, si esto sigue así y si los vientos no se vuelven huracanados del lado de Perú y, además, se mantienen por más de dos meses, las lluvias van a llegar desde fines de noviembre y se sentirán con más fuerza entre diciembre y enero", advirtió.

Icochea piensa que la posibilidad de que los vientos se intensifiquen y contrarresten el calentamiento del mar en setiembre, octubre y noviembre es muy remota, pues el Perú se acerca más al Sol y se viene una temporada más cálida. Además, las aguas calientes que avanzan al Perú presentan hasta siete grados por encima de sus valores normales. "En el mejor de los casos, los vientos solo podrían calmar el evento, pero de ninguna manera detenerlo", aseguró.

MUY TARDE PARA OBRASSegún un estudio del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), 827 distritos del país estarían expuestos a la probabilidad de que ocurran lluvias superiores a sus condiciones normales. Estos distritos poseen una población de 18'059,663 habitantes y 17'989,644 viviendas.

Ante esta situación, el gobierno ha declarado en emergencia varios distritos y provincias de 14 regiones del Perú, ha formado un equipo multisectorial que trabaja en la elaboración de un plan de acción ante la emergencia y ha invertido, entre el 2014 y lo que va del año, más de 5 mil millones de soles para obras de prevención y atención de desastres, como la limpieza del cauce de ríos y drenes y la descolmatación de quebradas y ríos.

Sin embargo, para Sandra Villacorta, jefa de Proyectos del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico del Perú (Ingemmet) las obras que se ponen en marcha no serían suficientes, pues hace falta un plan integral y más tiempo y dinero para reforestar las quebradas, hacer canalización, levantar muros de protección y puentes, para así evitar desastres mayores.

Villacorta sostuvo que en el país, por el tipo de roca de sus suelos, hay miles de quebradas que podrían activarse ya sea por sismos o por lluvias estacionales. Indicó que, en ese contexto, por ejemplo, en Chosica se hacen trabajos para prevenir deslizamientos en nueve quebradas de la zona, pero el distrito tiene más de 40 quebradas que podrían causar eventuales desastres.

La experta lamentó que, pese a la experiencia vivida en el Perú por eventos similares, hasta el momento no se haya puesto en marcha una política integral de prevención de desastres. "Ingemmet ha hecho mapas de riesgos con anticipación y los ha puesto en manos de los alcaldes, pero solo se interesan cuando hay problemas. El año pasado hicimos un evento para difundir el tema y en un auditorio de 300 personas solo asistieron 20. Definitivamente, si se presenta un Niño fuerte, no estamos preparados", manifestó.

Al respecto, Tomás Alfaro Abanto, director de Estudios de Proyectos Hidráulicos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), refirió que esa entidad ha invertido 150 millones de soles para realizar trabajos de prevención en Piura, Tumbes, Lambayeque y La Libertad. Aunque reconoció que hacen faltan obras definitivas, como enrocados o diques, declaró que los trabajos ayudarán a mitigar parcialmente los efectos negativos de El Niño.

QUEBRADAS PELIGROSASAlfaro declaró que la ANA ha identificado 560 poblaciones ubicadas en zonas de quebradas de 21 regiones del país, donde viven unas 222 mil personas, quienes podrían ser afectadas de forma más grave y directa por las posibles lluvias de El Niño u otros eventos similares.

"La idea es que en estos lugares se implementen acciones como la limpieza y descolmatación de las quebradas, un sistema de alerta temprana y sensibilizar a la población para que ubique sus zonas de escape. Se trata de acciones que de acá a noviembre sí se pueden implementar. Hay tiempo para trabajar y así minimizar los daños", anotó.

SABÍAS QUE…

  • El Ministerio de Agricultura y Riego ha intensificado la descolmatación de los cauces de los ríos y la limpieza de quebradas en Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, donde se ha desplazado más de un millar de maquinaria pesada.
  • El Ministerio de Vivienda y Construcción ya trabaja en la limpieza de drenes, mientras que Transportes y Comunicaciones adopta medidas para la protección de las carreteras.
  • El Ministerio de Cultura ha invertido S/.22 millones en obras de prevención en 63 sitios arqueológicos.

Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)

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