El caso de Joshua Huamán, asesino de la enfermera Kimberlit Tapia, ha vuelto a ser noticia tras la difusión de un reportaje del programa Ocurre Ahora, que reveló un antecedente inquietante en su historial criminal.
Según el informe, Huamán estuvo involucrado en un ataque a otra mujer en el mismo condominio Bahía de Cieneguilla, donde posteriormente se halló el cuerpo sin vida de Tapia.
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La nueva víctima, quien prefirió mantenerse en el anonimato, relató que conocía a Huamán desde la época escolar y que años después retomaron el contacto a través de Facebook.
Según su testimonio, Huamán mostraba un comportamiento obsesivo y controlador. "Era muy intenso. Cuando no respondía los mensajes por motivos laborales, exigía que compartiera mi ubicación en tiempo real o hacía videollamadas", comentó ante las cámaras del programa 'Domingo al Día'.
La víctima también describió un incidente aterrador en su casa, donde Huamán, bajo el pretexto de darle un regalo, le vendó los ojos. "Se fue a la cocina, pero se demoró mucho. Me sentí incómoda, nerviosa. No quería estar con esa cinta", recordó. En ese momento, Huamán la atacó brutalmente con un bate de béisbol. Sin embargo, la mujer reaccionó a tiempo y logró expulsarlo de su casa, evitando lo que pudo haber sido una tragedia.
En una entrevista con Exitosa, el coronel Ricardo Espinoza, jefe de la División de Homicidios de la Policía Nacional del Perú (PNP), dio a conocer que las técnicas de interrogación aplicadas durante la investigación preliminar fueron claves para que Huamán admitiera su responsabilidad en el feminicidio de Tapia. 'El Monstruo de Cieneguilla', como ha sido apodado, finalmente confesó su culpabilidad, confirmando las sospechas que pesaban sobre él desde el inicio de la investigación.
Espinoza también describió el perfil psicológico de Huamán, caracterizándolo como un individuo frío, calculador y carente de remordimientos. "Es una persona con un perfil narcisista, que privilegia sus deseos. No le importa a quién le hace daño. Es una persona fría, calculadora, no tiene ningún sentimiento de culpa", afirmó el coronel, destacando la frialdad con la que Huamán actuaba en busca de satisfacer sus propios intereses sin importar las consecuencias.
La confesión del feminicida Kimberlit Tapia
El sujeto no resistió la presión de los efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) y reveló que planeó todo el asesinato de su pareja paso a paso: el lugar, el arma y, especialmente, cómo ocultarlo.
Primero, el lugar: "Noté en ella su fragilidad, y, por eso, la convencí de pasar un fin de semana en una casa de campo (ubicada en Cieneguilla) y, como ella notaba que yo estaba enamorado, aceptó rápido", relató.
Segundo, el arma: según el informe de los peritos de la Policía, el feminicida de 28 años utilizó un arma blanca para atravesar la garganta de la que, en ese momento, era su enamorada. Ella murió degollada.
"Juro que el diablo se me metía en la cabeza, se me aparecía dando órdenes. No pude controlarme y tuve que hacerlo. Me daba órdenes, que yo no quería cumplir, pero (insistía)", se autojustificó Joshua Huamán Jerez.
Tercero, intentar ocultarlo: "Ella trató de defenderse", confesó el 'Monstruo de Cieneguilla', como ahora es llamado, y fue ese forcejeo el que, precisamente, lo llevó a llenarse de "evidencias" sobre su propio cuerpo.
Después de arrebatarle la vida violentamente a la enfermera Kimberlit Tapia, el asesino arrastró su cuerpo hasta las espaldas del inmueble y allí lo dejó ardiendo; sin embargo, un vecino que caminaba por ahí halló los restos.
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