La situación en Siria afecta a todos por igual. La peruana Viviana Rojas, residente en dicho país desde 2001, ha huído con sus tres hijos y ahora se encuenta en el Líbano, donde espera enviarlos a Perú para evitar que vivan el trauma de la guerra.
"No quiero que mis hijos tengan traumas a causa de la guerra, quiero que vivan una infancia y adolescencia normal. Por eso he venido al Líbano para que desde aquí salgan con destino a Perú", dijo.
Con sus tres hijos de 19, 12 y 3 años, Rojas, de 40 años y profesora de español, residía con su esposo sirio en un barrio acomodado y tranquilo de Damasco, donde hace unos días un atentado a la sede de la Seguridad Central, que costó la vida de parte de la cúpula de defensa del régimen de Bashar al Assad, hizo que se replanteara el futuro de su familia.
Hasta el momento, Rojas está pendiente de que la Oficina Internacional de Migración le confirme si sus hijos podrán viajar a nuestro país.