Redacción PERÚ21

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POR: CÉSAR MARTÍNEZ y ALEJANDRA GARCÍA

Las gotas de lluvia que cayeron con intensidad en los últimos días, en Lima, solo aceleraron el proceso. Las modificaciones que había sufrido la vieja quinta de la cuadra 4 del jirón Marañón, en el hicieron que ocurriera lo inevitable: que parte de nuestro patrimonio histórico se viniera abajo.

A las 11:00 de la mañana del 4 de agosto, un muro se derrumbó y destrozó el conjunto habitacional. Nadie sabe cómo, pero afortunadamente las familias que ocupaban el lugar –más de 20– lograron salvarse.

“Esa casa ha sido cortada. Y cortada por el mismo propietario, supuestamente... Si usted mira las imágenes, ya no había muros. Y una casa con muros no se cae”, señaló a Perú21 Edwin Avelino Benavente, director general de

Dijo que la inseguridad en la que viven muchos habitantes de estos inmuebles se debe a que hay tugurización y hacinamiento. “Ese es un tema de planificación urbana, un tema municipal”, expresó.

Sostuvo que para verificar el estado de las casonas, existe un área de control y de supervisión municipal.

“Nosotros preservamos la parte física, el patrimonio”, refirió.
En conclusión, la autoridad está ausente, lo cual permite que se produzca toda esta informalidad.

No obstante, enfatizó que la mayor responsabilidad al ocurrir este tipo de situaciones ocurran es de los propietarios, quienes no le dan mantenimiento o lo hacen sin criterio técnico.

“El propietario, según la ley, tiene todas las condiciones para proteger el inmueble. Debería protegerlo”, manifestó.

NO LOS PUEDEN DESALOJAR

Sobre este tema, , gerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, indicó que desde octubre del año pasado se ha iniciado una campaña para que todos los que viven en casonas tengan conocimiento del estado de los inmuebles.

“El problema es que no han querido irse y no hay cómo sacarlos o insistirles en que desalojen. Si la se derrumba, se quedan en los escombros. Les colocamos carpas, pero no quieren quedarse en estas porque temen que les quiten la propiedad”, informó a Perú21.

Enfatizó que, “municipalmente hablando”, cuando declaran un inmueble en riesgo o inhabitable, no pueden hacer más. “El municipio no tiene dinero para reparar o edificar casas para los damnificados. Hay un tema social que depende del Gobierno”, sostuvo.

Refirió, asimismo, que cuando una persona quiere mejorar su propiedad, que ha sido declarada patrimonio cultural, hay muchas trabas. Una de ellas es que el les exige un proyecto, en el que se debe invertir dinero. “Y la mayoría de propietarios son de escasos recursos”, recalcó Casaretto.

Para Sonia Flores, subgerenta de la Gerencia del Centro Histórico del Rímac, otro problema es que algunos de estos inmuebles son ocupados por posesionarios –sin título de propiedad–, que no tienen facultad para modificarlos.

Flores sostuvo que la solución pasa por juntar el , el gobierno central y las alcaldías para implementar una política que permita reparar estas casas sin mucha inversión.

En tanto, Jorge Mogollón, de esa misma comuna, recordó que no se puede intervenir en las casonas porque son propiedad privada. Queda claro, entonces, que hace falta una autoridad firme para solucionar este problema.