El expresidente del Tribunal Constitucional, Víctor García Toma, aseguró que varios países de la región comparten las críticas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por algunas decisiones "arbitrarias", como el caso de la acusación que presentó ante la Corte Interamericana contra los comandos Chavín de Huántar.
Por eso, consideró que el pedido del Perú para replantear las competencias de la CIDH –como anunció ayer el ministro de Justicia Juan Jiménez-, podría ser respaldado por otras naciones, sin necesidad de desconocer el sistema interamericano.
"Hay un malestar general en la comunidad latinoamericana por el comportamiento de la comisión", afirmó el también extitular de Justicia. Explicó que países como Brasil y Colombia, que tradicionalmente defendían a la comisión, ahora la critican por no tomar en cuenta la situación interna de los Estados.
García Toma refirió que la denuncia al Perú por el rescate de los rehenes de la embajada de Japón "es una decisión arbitraria que hiere los sentimientos de un país, que valora profundamente lo hecho por los comandos, en una situación extremadamente grave".
La operación Chavín de Huántar, acontecida en abril de 1997, consiguió que un comando de élite de 147 militares rescatara a 72 rehenes que fueron secuestrados por integrantes del MRTA en la residencia del embajador de Japón en Lima; sin embargo, la CIDH denuncia supuestas violaciones de derechos humanos contra tres subversivos.
Aunque la justicia peruana exculpó a 143 militares y solo procesó a cuatro implicados, entre ellos el exasesor Vladimiro Montesinos y el exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicolás de Bari Hermoza Ríos, la Comisión insiste en llevar a los comandos al banquillo.