Redacción PERÚ21

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Un grave error que se comete cuando se analiza el presupuesto municipal es ver las cifras que la comuna capitalina envía al Ministerio de Economía y Finanzas (). “Este cumple con todo lo que pide la ley, pero en realidad no sirve para nada. Lo que habría que tomar como referencia es la calidad del gasto, que es muy pobre”, afirmó el economista y ex regidor metropolitano Pablo Secada.

Por ejemplo, es necesario saber qué empresa ha ejecutado determinada obra y si esta cuenta con el reconocimiento y respaldo suficientes para hacer frente a cualquier contingencia o deficiencia. Para Secada, deberían ser constructoras mundialmente reconocidas.

“El Estado le quita los recursos a los ciudadanos, porque el Estado no genera nada. Si le quita plata a las personas en Lima, entre ellas a las de bajos ingresos, para que paguen por servicios para ellas mismas, deberían hacer que estos servicios sean los más eficientes”, indicó.

Afirmó, también, que toda inversión debería responder a un plan urbano, el mismo que no existe. “El plan urbano te dice dónde deberían estar las áreas verdes, el transporte, la zona comercial y de dónde a dónde deberían ir los trenes. Acá se han hecho trenes sin tener un plan urbano”, recalcó.

Sostuvo que este plan urbano debe ser diseñado por una empresa global, que tenga experiencia en trabajar con las principales ciudades del planeta, como París, Berlín o Lyon. “Una ciudad sin plan urbano no puede estar invirtiendo bien”, mencionó. Para el economista, esto solo se puede hacer con el apoyo del Ejecutivo.

Otro aspecto importante que destacó es la necesidad de contar con un servicio civil atractivo, de calidad, de tal manera de que se pueda reclutar a jóvenes talentosos, de las mejores universidades del país, para que trabajen en el municipio con planes de diez años.

Plan urbano, supervisión privada en la emisión de permisos, esquema de titulación serio, una gestión pública moderna es parte de la agenda nueva que, según Secada, debe priorizar el nuevo burgomaestre de la ciudad. “Lima no debería estar haciendo obra pública sino debe ser un asesor integral para hacer alianzas público-privadas”, expresó.

GRAN DESCONOCIMIENTO

De otro lado, Carlos Adrianzén, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), indicó que otro de los problemas es que los candidatos a la Alcaldía de Lima no tienen la menor idea de lo que están recibiendo. “Lo que se conoce, de algunas declaraciones y de algunas cifras que hay por ahí, es que el municipio está altamente endeudado, que tiene una carga de gasto corriente muy alta y que sus márgenes de acción para nuevas inversiones son muy reducidos porque depende del Ejecutivo. Y el Ejecutivo está viviendo en tiempo de tremendo apremio fiscal”, aseveró.

Recalcó que los aspirantes a burgomaestres “ofrecen y ofrecen cosas que nadie sabe de dónde van a salir o a costa de qué programas van a ser financiadas. Acotó que el elector “está eligiendo a alguien que ofrece cosas que no va a poder cumplir”.

Destacó que la nueva autoridad edil capitalina asumirá su función con pocas competencias y menos recursos. “Están en un marco institucional y en un clima de inversión bastante opaco. El flujo de inversión de los últimos 12 meses es 10% menor al de hace cinco años. En esa economía está Lima”, recalcó.

¿Y qué debe hacer el nuevo alcalde? “Lo primero que debe hacer es una auditoría para saber qué tengo, cómo se encuentra mi flujo de inversión y mis gastos y si estoy gastando mal. Es decir, lo que en los años 80 se llamaba una reingeniería, porque los limeños requieren servicios de manera urgente”, sostuvo Adrianzén.

El economista ve, entre los candidatos, a personas bien intencionadas, pero que dan la impresión de no tener una visión técnica de lo que prometen en su campaña.

“Veo mucha falta de perspectiva combinada con informalidad. Si alguien quiere hacer obra, tendrá que negociar con el Ejecutivo”, expresó.