Gerson Gálvez, alias Caracol, purga condena en el penal de Challapalca. (Lino Chipana / El Comercio)
Gerson Gálvez, alias Caracol, purga condena en el penal de Challapalca. (Lino Chipana / El Comercio)

Jaime Coasaca Torres, exabogado del narcotraficante Gerson Gálvez Calle, ‘, recibió una llamada a su celular de una supuesta cliente. Él salió raudo de su casa, en Surco, para reunirse con ella. Había avanzado apenas unos metros cuando un sicario bajó de una moto y le disparó cuatro tiros. Fue esta última llamada telefónica que llevó a la Policía a esclarecer –esta semana– lo que hay detrás de este sonado crimen ocurrido en octubre de 2017.

El abogado, antes de comenzar a defender a ‘Caracol’, se había desempeñado como fiscal en Ayacucho y Huánuco. Sin embargo, luego instaló su oficina en Lima, desde donde comenzó a patrocinar a distintos narcotraficantes.

Uno de estos últimos fue ‘Caracol’. No obstante, durante el proceso (que se inició en 2015), su estrategia de defensa no habría convencido a su cliente. A comienzos de 2017, sorpresivamente, renunció y dijo que lo hacía porque la familia de Gálvez Calle no le pagaba sus servicios.

Sin embargo, el letrado manejaba información clasificada sobre las actividades ilícitas de ‘Caracol’ y de otros integrantes de su organización criminal. “Una de las hipótesis que manejamos sobre el móvil del asesinato es la venganza porque el abogado perdió algunos juicios de sus clientes; uno de ellos era ‘Caracol’”, señaló un oficial de la División de Investigación de Homicidios.

MUJER DIRIGÍA MAFIA

Esta semana, los detectives capturaron a cinco de los integrantes de la mafia de sicarios. Se trata de Los Injertos del Cono Norte, cuya cabecilla era Neyla Bravo Guevara, quien tenía como lugarteniente a otra mujer, Elita Linares, y entre sus otros secuaces a la encargada de logística, una enfermera que trabajó en el penal de Huacho (ver recuadro).

Se estableció que fue la segunda de las citadas quien hizo la última llamada al celular del abogado. Esta tenía contactos en distintos penales del país.

Y es que fue en las cárceles donde buscaron a los sicarios. Se supo que la orden llegó desde Colombia y que se pagó S/50 mil por perpetrar el asesinato.

La Policía ha detenido ya a nueve integrantes de la mafia. Sin embargo, el sicario que disparó los cuatro balazos está libre. Se trata de Julio Fernández Romero, ‘Máscara’.

TENGA EN CUENTA

-El coronel Francisco Náquira, de la Dirincri, informó que la autoría de los detenidos quedó demostrada por el rastreo de llamadas telefónicas.

-Los integrantes de la mafia también están implicados en asaltos y extorsiones.