Celebración. Este lunes se recuerdan los 84 años de creación de los jardines de infancia en el Perú. (USI)
Celebración. Este lunes se recuerdan los 84 años de creación de los jardines de infancia en el Perú. (USI)

Redacción PERÚ21

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El Perú está avanzando aceleradamente en el objetivo de universalizar la educación inicial entre los niños de tres y cinco años. Esta semana se anunció con gran satisfacción que al año 2014 se logró una tasa neta de asistencia de 81.3%, casi un 9% más desde el 2011. El problema es que la formación de maestros especializados para este nivel educativo no creció a la misma velocidad de la población escolar y se estima que hacen falta por lo menos 27 mil profesores para atender la demanda existente.

Gisele Cuglievan, oficial de Educación de Unicef en el Perú, detalló que, para lograr el objetivo de universalizar la educación en este nivel, se necesitan al menos 23 mil docentes en lengua castellana, 3 mil 500 en lenguas originarias andinas y 800 para poblados amazónicos. Además, para las comunidades más pequeñas, donde existen los programas no escolarizados (Pronoeis) se requerirían unas 1,500 promotoras educativas más.

"La oferta de servicios para la educación inicial se ha incrementado muy rápido. En los últimos diez años ha crecido 12% en el área urbana y 25% en el área rural y, aunque eso es impresionante y positivo, implica 20% más de docentes de los que se tenía antes y pone en evidencia que el Perú no planificó el crecimiento ordenado de la formación docente", manifestó.

Cuglievan agregó que casi un 20% de los maestros que actualmente están en las aulas de educación inicial son profesores de primaria o de otras especialidades que no fueron formados para ese nivel educativo, no concluyeron sus estudios o no cuentan con un título pedagógico, lo cual podría afectar la calidad de los servicios educativos ofrecidos a los niños.

Al respecto, Sandra Cárdenas, directora de Educación Inicial, explicó que, para cerrar esta brecha, el puso en marcha el programa de segunda especialidad docente en Cajamarca, Lima y La Libertad, con el objetivo de que los profesores que tienen una formación en primaria puedan especializarse en la metodología de trabajo del nivel inicial.

"Muchas veces las docentes de primaria esperan que los niños aprendan a leer y escribir en la educación inicial, pero ese es el trabajo de primer y segundo grado. En inicial se deben dar los recursos para el aprendizaje y sentar las bases para que el niño tenga el pensamiento matemático y la libertad de expresión, pero a través del juego", explicó.

BRECHAS PERSISTENSegún la norma educativa vigente, para abrir una escuela de educación inicial se necesitan por lo menos 15 niños. En los casos de las comunidades donde hay solo entre ocho y 15 menores de entre tres y cinco años funcionan los Pronoeis, centros no escolarizados implementados con apoyo de las comunidades.

Sin embargo, hay cientos de centros poblados en el país donde hay menos de ocho niños y, por ello, se encuentran excluidos de la educación inicial. Santiago Cueto, investigador del proyecto Niños del Milenio en Grade, comentó que los perjudicados son los menores de las zonas rurales, los que hablan un idioma nativo o los que pertenecen a los estratos más pobres de la población.

"Varios estudios demuestran que muchas de las inequidades encontradas en la primaria y que determinan el mal rendimiento de los menores en las evaluaciones están presentes desde la educación inicial. Entonces, la educación inicial es una oportunidad para mejorar el potencial de todos los niños", manifestó.

En ese sentido, expresó sus dudas sobre la calidad de la enseñanza que se imparte en los Pronoeis, pues dijo que estos programas están a cargo de madres de familia de una comunidad que reciben una propina y una corta capacitación.

"Estos funcionan cuatro días a la semana y principalmente en zonas rurales, donde el Estado no llega. Pero no es lo mismo ser dirigido por madres de familia que por maestras tituladas, así que todavía hay un signo de interrogación sobre su eficacia. El Estado debería tomar la decisión de reforzar estos Pronoeis con maestros o convertirlos en jardines regulares", sostuvo.

No obstante, la especialista de Unicef señaló que en un país diverso como el Perú, no se puede plantear una modalidad educativa estandarizada para todos. "Los Pronoeis son interesantes porque conectan con la comunidad. Su servicio es más flexible, se plantea de acuerdo con las necesidades del grupo poblacional y atiende a gente que no podría ser atendida por un jardín debido a la poca demanda", dijo Cuglievan. Sin embargo, agregó que los Pronoeis deben contar con todas las condiciones básicas para asegurar su calidad.

NUEVO MODELOPor otro lado, Cárdenas refirió que para cerrar la brecha de asistencia a la educación inicial y llegar a las poblaciones excluidas, el gobierno ha puesto en marcha un nuevo modelo de atención en zonas rurales dispersas, que este año espera beneficiar a 258 centros poblados del país donde por primera vez llegará la educación inicial.

En estas zonas hay una docente que trabaja como coordinadora itinerante y tiene a su cargo un máximo de cuatro programas no escolarizados. La maestra labora con una promotora de la comunidad, pero el programa también involucra la participación de la familia, que recibe capacitación.

"El trabajo no es complejo. Se da pautas a las familias para ir construyendo el pensamiento matemático y comunicacional, y se refuerza el vínculo del padre y el hijo, así como la seguridad", detalló.

Sandra Cárdenas indicó que el ministerio también ha mejorado el presupuesto para el traslado de las profesoras coordinadoras y ha incrementado la propina de las promotoras educativas comunitarias, de 332 a 525 soles, con la finalidad de garantizar un trabajo sostenido.

Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)