Dolor. La desgracia enluta a las familias del bario Villa del Mar.(GEC)
Dolor. La desgracia enluta a las familias del bario Villa del Mar.(GEC)

El dolor envuelve a . La calle Villa del Mar, zona del epicentro de la deflagración, se ha convertido en un gran velatorio. Familias sin consuelo rezan por sus seres queridos que fueron sorprendidos la mañana del jueves por la fatalidad. Al cierre de esta edición son 14 los fallecidos, cinco de ellos de entre 3 y 17 años.

A las 2:15 de la tarde de ayer, en el hospital Hipólito Unanue, dejó de existir Janet Segovia Calderón, de 39 años. Tenía el 85 por ciento del cuerpo quemado. Estaba durmiendo cuando el fuego alcanzó su casa. Ella fue envuelta en llamas, al igual que su familia.

Hoy es su entierro y sus tres hijos no se pudieron despedir de ella. Luchan por sobrevivir. El más pequeño, de 8 años, tiene el 90 por ciento del cuerpo quemado y está en la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja. Su otra hija, de 16 años, tiene el 62% de la superficie corporal comprometida, según indicaron los médicos del Hospital del Niño de Breña. La mayor, Caroline Riveros Segovia, de 21 años, tiene quemaduras en el 70% del cuerpo.

Juan Riveros, esposo de Janet, resultó ileso, pero el dolor lo agobia. Su sobrina Geraldine Riveros (18) y su madre Isidora Meza fueron enterradas ayer en el cementerio Parque del Recuerdo. “Esto supera la peor de mis pesadillas”, nos dice su pariente Estafani Osorio.

La noche del viernes, por otro lado, perdió la vida Selene Marín Muñoz. Ella llevaba una criatura en su vientre. La joven tenía quemaduras en el 95 por ciento de su cuerpo.

ESTADO CRÍTICO

La cifra, por desgracia, puede seguir incrementándose dada la gravedad de las heridas. “De los 48 heridos distribuidos en los hospitales del Minsa y Essalud, más de la mitad tiene más del 50% de su cuerpo con quemaduras; desde el momento del accidente, sus casos son de estado crítico”, expresó Elizabeth Hinostroza, titular del Ministerio de Salud.

El director del Hospital Arzobispo Loayza, Juan Enrique Machicado Zúñiga, indicó que seis de los heridos que atienden tienen graves quemaduras, dos son mujeres, que tienen entre el 50 y 95 por ciento de tejido dañado: “Todos han sido operados y el pronóstico es reservado. Se han quemado los bronquios y tienen respiración asistida”.

El jefe del Departamento de Pediatría del Instituto Nacional de Salud del Niño sabe que el reto es grande. “Hay cuatro pacientes con quemaduras entre 80% y 99% (de sus cuerpos). La tarea es difícil, pero no perdemos la fe”, anotó.