Redacción PERÚ21

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La casa del odontólogo Adalberto Meneses Rivas parecía salida de una historia de ficción: tiene en su interior baldes llenos de formol con una gran cantidad de cráneos, huesos, cerebros y pulmones humanos en perfecto estado de conservación.

El domicilio, ubicado en la calle Islas Hawái, de Pueblo Libre, fue inspeccionado por la en un operativo en el que se contaron siete cabezas humanas y 20 cajas con decenas de cráneos y varios huesos más de cuerpos diferentes. Según Meneses, todo había sido una donación de sus alumnos.

Sin embargo, lo más sorprendente para los efectivos fue cómo varios huesos, aparentemente recientes, eran utilizados como marcos, relojes, floreros e incluso utensilios de cocina que el dueño de casa consideraba como obras de arte. Incluso tiene en la que expone su 'trabajo'.

"La actividad con los huesos era una forma de relajamiento entre arte y ciencia. Inicié con mis huesos el arte creativo, al confeccionar llaveritos, huesos tallados, cuadros con marco de huesos, lámparas, portabocaditos, portahuevos, portalapiceros, fresero, esponjero, copitas, tasitas, ceniceros, etc", escribió.

El médico permanece detenido en la sede de la Dirincri de la avenida España.

ESPOSA SECUESTRADAOtro dato es que la denuncia la presentó la esposa del ahora conocido 'coleccionista de huesos', Juana Rosa Echevarría, quien además asegura que estuvo encerrada durante más de 10 años por su esposo.

Según su abogado, Wilmer Mendoza, Juana Rosa fue mantenida dopada e incluso fue ingresada en un centro psiquiátrico porque, según el odontólogo, sufría de esquizofrenia y alcoholismo. Echevarría habría llegado a perder durante una temporada la memoria, según denunció su defensor en el programa Abre los ojos.