De acuerdo a las instrucciones del delincuente que se hacía pasar por su sobrino, el hijo de Rubiños depositó en una agencia de Western Union S/.2,700, que iban a servir para solucionar el problema. Sin embargo, tras el depósito, Rubiños se comunicó con su pariente, quien reside en España, y este le confirmo que no tenía ningún plan de retornar a Lima y que no estaba en ningún aprieto.