Tras una nueva requisa a los internos del penal de Lurigancho, los agentes penitenciarios encontraron objetos de todo tipo, entre ellos, una agenda telefónica resaltada con lapicero.
La agenda, según las autoridades, habría sido utilizada por los reos para extorsionar a personas fuera del penal. La acción fue supervisada por el coronel Tomas Garay, director del penal.
La requisa por fue exhaustiva, tanto así que se buscó por debajo de los recubrimientos de las paredes. Entre otras cosas, se hallaron televisores, celulares, armas blancas, partes de armas de fuego y chicha canera, licor que suelen consumir los presos del penal.