Atención con estos. Las infecciones respiratorias agudas y las enfermedades diarreicas representan las dos causas más frecuentes de emergencias médicas pediátricas en nuestro medio. Los doctores, Tomy Villanueva, director general del Hospital de Emergencias Pediátricas, y Hugo Mezarina, jefe de la Oficina de Epidemiología y Salud Ambiental de dicho centro asistencial, recomendaron a los padres de familia estar alertas a las señales de alarma en caso aparezcan estos cuadros en sus menores hijos e inmediatamente trasladarlos a los servicios de emergencia con la finalidad de que reciban atención especializada.
Agregaron que otros motivos principales de una emergencia infantil son el asma bronquial, la apendicitis y los diversos traumatismos. Los especialistas explicaron que en casos de infecciones respiratorias agudas las señales de alarma para acudir al servicio de emergencia son respiración rápida (conocida como “agitación”) y fiebre que no cede a los medicamentos para tratarla.
En casos de enfermedades diarreicas agudas estas señales son: vómitos persistentes, irritabilidad o somnolencia, sed incrementada, ojos hundidos, evacuaciones abundantes y frecuentes.
Los galenos indicaron que las infecciones respiratorias y las enfermedades diarreicas tienen comportamientos estacionales. Las primeras se incrementan en invierno y las segundas en el verano. Sin embargo, estas dos enfermedades son prevenibles y tratables, por lo que se requieren acciones más continuas de promoción de la salud y prevención de enfermedades.
En caso de infecciones respiratorias agudas las acciones de prevención incluyen tener al niño con su esquema de vacunación al día, evitar el contacto con otras personas con males respiratorios, realizar la higiene de manos, cubrirse la nariz y boca al momento de toser o estornudar y mantener una adecuada nutrición.
Según los médicos especialistas del Hospital de Emergencias Pediátricas, en casos de enfermedades diarreicas agudas las acciones de prevención incluyen medidas de higiene antes de preparar o ingerir alimentos y luego de acudir a los servicios higiénicos, correcto lavado de frutas y verduras, consumir agua segura, cumplir con el cronograma de vacunación y brindar una alimentación balanceada y acorde con la edad del niño.