Miles de personas visitan a diario el emblemático y muchos desconocen que alberga uno de los tesoros más valiosos de Lima. Se trata de una reliquia de la fe católica que, además, se remonta a una de las épocas más importantes de la historia del Perú.

Es la imagen del Cristo de la Conquista, que fue traída a Lima por los españoles tras la caída del imperio incaico. Pese a que la historia de esta efigie de Jesús crucificado no es muy conocida, los peruanos deben saber que esta ha permanecido en la durante casi 500 años.

El historiador y sacerdote de la orden mercedaria, Saúl Peredo Meza, indicó que dicha imagen es la primera que llegó a la capital, incluso antes de que Francisco Pizarro fundara la metrópoli, en enero del año 1535.

Dos años más tarde, los hermanos de la congregación de La Merced que vinieron con los conquistadores levantaron una capilla de adobe, que más tarde se convertiría en la primera iglesia de la ciudad.

“Naturalmente, los cuatro mercedarios que llegaron con los españoles a Lima trajeron sus imágenes. Entre ellas, estaba el llamado Cristo de la Conquista, cuyo nombre se le atribuye a la época de ese entonces”, detalló a Perú21.

Explicó que en 1628, cuando la orden decidió derrumbar la capilla para levantar el templo de estilo barroco que se aprecia en la actualidad, el Cristo fue colocado en un altar y, finalmente, fue puesto en una de las columnas principales de la iglesia. “Ese es un sitio muy importante”, sostuvo Peredo.


CRUZ DEL PADRE URRACA
Así como esta reliquia histórica, la iglesia de Nuestra Señora de la Merced también alberga en su interior la venerada.

Según narra la historia, Pedro Urraca fue un mercedario español que llegó a América Latina antes de cumplir los 20 años. Se dice que cuando cruzaba el Atlántico en barco, fue sorprendido por una tormenta, por lo que se encomendó a la Virgen María y le ofreció entregarse a Dios si lo salvaba.

Desde entonces, empezó su peregrinación. Al llegar a Lima, en 1608, recibió la orden sacerdotal. Los fieles lo recuerdan por sus penitencias, entre ellas cargar una cruz que ahora luce forrada con adornos de plata colocados por sus fieles.


SABÍA QUE

-Tras la muerte del padre Urraca, el 7 de agosto de 1657, se inició el proceso de su beatificación, el cual aún no ha sido cerrado. 
- En 1978, el padre Saúl Peredo publicó el libro La Merced, basílica y convento, en el que detalla la historia de la majestuosa iglesia.