Redacción PERÚ21

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Sofía Pichihuaspichihua@peru21.com

El caos de hace décadas parece retornar al . Cientos de comerciantes ambulantes ya no solo han tomado las principales calles, sino que ahora convierten tradicionales puentes en verdaderos mercados y hasta llegan a la misma Plaza de Armas y a los alrededores del propio Palacio de Gobierno.

Perú21 recorrió las calles del centro de nuestra ciudad y comprobó que la presencia de numerosos de estos vendedores dificulta el tránsito peatonal y vehicular. A pesar de ello, se observa una menor presencia de serenos.

CENTRO HISTÓRICOLos ambulantes han llegado hasta el mismo Centro Histórico de Lima. Artesanías, mapas, globos multicolores y hasta alimentos son comercializados informalmente en plena Plaza de Armas.

Los vendedores recorren este atractivo turístico ofreciendo sus productos a los visitantes que descansan en las bancas.

No parece importarles que al frente esté la sede del Palacio Municipal, donde los serenos simplemente se hacen de la vista gorda.

En nuestro recorrido se pudo comprobar que muchos de los vendedores ponen en práctica diversas argucias para burlar los controles. Ellos esconden su mercadería en pequeños cochecitos o en bolsos y, una vez que el peligro pasa, continúan con su negocio.

Esta situación ha llegado hasta el Palacio de Gobierno. Después de las 9:00 de la noche, los comerciantes convierten sus alrededores en un mercado. En el pasaje Piura ofrecen muñecos, golosinas, accesorios y cuadros hechos con spray.

Eso no es todo. Cerca de la Alameda Chabuca Granda, los vendedores instalan sus negocios en el suelo, perjudicando a los peatones. Ahí ofrecen prendas de vestir, zapatillas y otros productos.

PUNTOS CRÍTICOSEl panorama se repite en el pasaje peatonal Ica-Ucayali, inaugurado recientemente. La venta de huevos de codorniz, coco y otros alimentos se extiende a lo largo de la vía. Algunos se detienen en la cuadra 5 del jirón Ica, frente a la iglesia San Sebastián, donde el personal del serenazgo es escaso.

Lo mismo ocurre en las cuadras 2 y 4 del jirón Miró Quesada y a lo largo de la transitada avenida Emancipación.

Otro de los puntos críticos es la avenida Abancay. Los alrededores de la Biblioteca Nacional han sido prácticamente tomados por los ambulantes, y lo mismo ocurre en las inmediaciones del edificio del Ministerio Público.

Ni hablar del Mercado Central y de Mesa Redonda, donde los vendedores ignoran la presencia de los serenos. Lo peor sucede en los puentes Balta y Trujillo, los cuales –pese a sus débiles estructuras– se han convertido en mercados en los que se ofrece de todo.

TENGA EN CUENTA

- Fuentes de la Gerencia de Seguridad Ciudadana informaron que, actualmente, los operativos de control son constantes. La unidad canina también recorre las calles del Damero de Pizarro, señalaron.

- La Ordenanza 062 prohíbe el comercio ambulatorio en lugares colindantes con las entidades del Estado, con lo cual los exteriores del Ministerio Público y de la Reniec deberían estar libres de este tipo de comercio.

- Anteriormente, el municipio tenía un convenio con el Escuadrón Verde. La presencia de policías de esta unidad evitaba que los ambulantes se apostaran ahí.