La colocación de geomallas en el acantilado de la Costa Verde es una solución parcial, demasiado costosa, que no ayudará a evitar desastres en caso de ocurrir un sismo de gran magnitud, advirtió el sismólogo peruano Julio Kuroiwa.
El especialista dijo que se trata de una "solución temporal" y no de una medida definitiva.
Recomendó, como alternativa, otorgar una concesión de 50 o 100 metros del talud para el desarrollo de proyectos inmobiliarios.
Sostuvo que las empresas podrían desarrollar soluciones geotécnicas definitivas, como la construcción de andenes.