Según el Minsa, hay casi 230 mil infectados y 66888 muertos por COVID-19. Pese a ello la delincuencia se ha incrementado. (Foto: GEC)
Según el Minsa, hay casi 230 mil infectados y 66888 muertos por COVID-19. Pese a ello la delincuencia se ha incrementado. (Foto: GEC)

La División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional descubrió que personas inescrupulosas vendían certificados de defunción con diagnóstico de

Según un reportaje de ‘Cuarto Poder’, el certificado servía para que los deudos de alguien que no murió de coronavirus se ahorraran los engorrosos trámites funerarios en pleno estado de emergencia.

“Quieren aprovechar la rapidez y con el sello de esta persona que no es médico evitar el procedimiento. El sello era del médico, pero la rúbrica era de ella”, dijo el coronel PNP Jorge Gonzales Quispe, jefe de la Diviac.

Según precisó el alto oficial, por un certificado de este tipo se cobraba entre S/150 y S/200. Se trata de una de las nuevas modalidades de estafa en tiempos de pandemia, a costa de la salud de muchos peruanos.

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Asimismo, en un local en San Juan de Miraflores se descubrió a la boliviana Aura Villegas, quien se identificó como químico farmacéutica, que atendía pacientes y hasta entregaba recetas médicas.

Según la Policía, ella entregaba medicinas del Ministerio de Salud (Minsa) a los pacientes que atendía. Al ser interrogada, dijo que los medicamentos eran de su esposo, un médico de dicho portafolio.

Del mismo modo, en Pucallpa, Irma Gonzales Quevedo ofertaba en su página de Facebook la ivermectina para el tratamiento de los pacientes con COVID-19. Tras un pago de S/65, entregaba la medicina, pero bamba.

ALCOHOL FALSIFICADO

Gonzales es odontóloga y dijo que su proveedor era Ernesto Reyes Rodríguez, un técnico agrónomo, que también fue detenido por la Policía. Se supo que el medicamento era distribuido en todo Pucallpa.

Los agentes de la Diviac también encontraron en Los Olivos alcohol falsificado. Para adulterar el producto, los sujetos utilizaban maicena para combinarla con el alcohol y darle la apariencia de un alcohol en gel.

“Al ver que en el mercado ya no había alcohol ni alcohol en gel, se aprovechaban de eso y empezaron a fabricar el alcohol en gel, con maicena hacían el producto”, detalló Gonzales Quispe.

Finalmente, también se detuvo en el mercado Caquetá de San Martin de Porres a cuatro mujeres que vendían pruebas de químico florescencia para descartar el COVID-19 a los comerciantes. Todo por S/150.

Las intervenidas habían formado una empresa que a su vez, supuestamente trabajaba con un laboratorio para el procesamiento de las muestras de sangre tomadas. Sin embargo dicho laboratorio las desmintió.

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