Un taxista que brinda su servicio de movilidad en los alrededores del mercado de Caquetá, se las ingenió para ser una víctima del nuevo coronavirus, esto luego que se confirmen 163 casos de vendedores infectados con el (COVID-19) en el centro de abastos.
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El chofer, además de tomar sus precauciones, también ha pensado en la seguridad de sus pasajeros, es por eso ha colocado papel film −material con el que se embalan las encomiendas− entre la cabina delantera y en la parte trasera del vehículo.
También ha cubierto totalmente los asientos de su unidad con el mismo papel. Él cambia diariamente el forro para evitar los riesgos, tanto para su salud como para la de sus clientes.