Redacción PERÚ21

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POR CÉSAR MARTÍNEZ Y SHIRLEY ÁVILA

En medio de la habitación semioscura, frente al agente que lo interrogaba, (36) se mostraba rígido, desconfiado. Evitaba el contacto visual. Miraba hacia el techo. Se tapaba constantemente la boca con la mano derecha mientras hablaba, mientras relataba la forma en la que prendió fuego a (22), su obsesión, la mujer que falleció tras 38 días de agonía, con más del 60% del cuerpo quemado.

Evasivo y suspicaz, Hualpa lucía incoherente. Hacía breves pausas antes de responder… Calculaba… Contaba a la Policía cómo conoció a Eyvi, cómo la acosó, cómo se le declaró, cómo ella no le correspondió, cómo planificó su venganza y cómo –la noche del 24 de abril– la ejecutó. “Solamente quería dañarle la cara… Ella tenía que recibir un escarmiento”, manifestó. Aunque con palabras mostraba arrepentimiento, con su actitud no.

SOLO QUERÍA ASUSTARLA
Arisco y reservado. Con escasa empatía y sin mayor remordimiento. Así lucía Franklin Cotrina Tirado (28) al momento de ser interrogado en la Dirincri. “Estoy aquí por el asesinato de Vilma Cruz Pinedo –la Princesita del Marañón–. Yo no tenía intención de matarla. Solo, en mi enojo, porque ella me ocultó cosas, fue que se me pasó la mano. Yo solo quería asustarla”, fueron sus primeras palabras.

Aunque durante su manifestación pidió perdón a la familia de la víctima y a Dios, la pericia psicológica arrojó que la conducta de este sujeto –que metió el cuerpo de la folclórica en una maleta y lo arrojó en el Serpetín de Pasamayo– no guardaba coherencia con sus palabras. Además, determinó que Cotrina denotaba resentimiento, se abatía y ofuscaba con facilidad, era frío.

Así es la conducta de los feminicidas. “Tienen rasgos de impulsividad, poca habilidad para resolver los problemas de forma alturada, son impositivos. Una característica cognitiva sería la socialización de la creencia de una cultura machista. Por el solo hecho de pertenecer a un género se percibe superior”, señaló el comandante PNP José Koc Medina, jefe del Área de Psicología Forense de la Oficina de Criminalística de la Dirincri.

Dejó en claro, también, que estos homicidas no tienen alteración de la salud mental, que castigan cualquier cuestionamiento con violencia y hasta con suma crueldad. “Detrás de ello está la inseguridad. Son totalmente inseguros”, destacó.

El oficial señaló que el interrogatorio es una fase sumamente importante de la investigación y que, en este momento, se le brinda confianza a la persona para que hable, para que confiese. “Su postura corporal, la dirección a la que mira, el tiempo que tardan en responder, la posición de las manos, los movimientos con los pies. Todas estas son señales que nos dirán si el acusado está dispuesto a confesar o no”, indicó.

¿CÓMO RECONOCERLOS?
El comandante Koc advirtió que estos sujetos, al iniciar una relación amorosa, suelen mostrar su mejor rostro. “Muestran su lado más sensible, más amable, su lado bueno, que lo hace atractivo. Pero después cambia. Se vuelve controlador, posesivo. Creen que la pareja es de su propiedad. Suelen afirmar: ‘Lo hago porque te quiero, porque eres mía’. Distorsiona el amor”, enfatizó.

¿Y cómo puede una mujer reconocerlos? Pues tiene que estar atenta a los detalles. “Hay signos pequeños que pueden mostrar que se trata de un hombre irritable, iracundo ante determinadas situaciones. Sobre todo si repite la ofensa, si repite el agravio. Sería un potencial feminicida que se puede ir al otro extremo”, indicó Belisario Zanabria Moreno, decano del Colegio de Psicólogos del Perú.

Para el especialista, el feminicidio se produce por muchas razones. Entre ellas por una falta de control de la ira, por una falta de regulación del temperamento, por la falta de control de la agresividad. “No hay madurez en el sistema afectivo. No han madurado en los sentimientos, en las emociones. Si tuvieran madurez, se controlarían”, puntualizó.

TENGA EN CUENTA:
-El psicólogo forense José Koc, comandante de la Policía Nacional, advirtió que un acosador puede ser un potencial feminicida. 
-“Este (el feminicida) no acepta el rechazo, no acepta el distanciamiento, como ocurrió con Carlos Hualpa”, sostuvo el oficial.

ANÁLISIS-FREDDY VÁSQUEZ (MÉDICO PSIQUIATRA)
El feminicida no nace de la noche a la mañana. Es una crónica de una muerte anunciada. Es el resultado de continuos episodios de violencia, de meses o años en los que se ha dado una relación oscura. Y el hombre ha seguido agrediendo. El incremento de estos casos es una muestra de que nuestra sociedad está enferma y se está enfermando cada vez más. Somos una sociedad con patrones de conductas machistas, que son fortalecidas durante la infancia. Una sociedad con figura de padres ausentes o con episodios de violencia entre ellos. Es hora de que se configure un cambio y este tiene que comenzar desde la familia, pues se trata de un problema social.