Con cajones de fruta, mesas de madera, bancas de plástico, palos de escoba, escaleras o pedazos de cartón, los dos mil comerciantes informales desalojados la madrugada del lunes de las 13 primeras cuadras de la Av. Aviación comenzaron a ‘lotizar’ las arterias cercanas al Parque del Migrante.
Esto sucede, principalmente, en la cuadra 18 de la avenida Hipólito Unanue, tal como lo comprobó Perú21 en un recorrido por la zona. Otros sectores afectados –en menor medida– son las avenidas 28 de Julio y Bausate y Meza, así como el jirón Pisagua.
“Si lotizan, es porque están cobrando. Detrás de esto hay mafias que les exigen cupos a los comerciantes. Es gente matona a la que si no les pagas los 5, 10 o 15 soles diarios que exigen, te agarran a golpes”, dijo George Forsyth, alcalde de La Victoria.
Afirmó que se trata de las mismas organizaciones criminales que actuaban en la Av. Aviación. “Son grupos de mafiosos que no quieren el cambio; solo están interesados en que la gente siga trabajando en las calles”, indicó.
Forsyth dio estas declaraciones la mañana de ayer, luego de participar en la entrega de 500 puestos a exvendedores informales que ocupaban las avenidas Aviación y Huánuco y que ahora se han instalado en la terraza de la galería Guisado (cuadra 25 de la Av. 28 de Julio).
El burgomaestre manifestó que hay unos 800 stands que podrían recibir a más vendedores informales y que esta semana se espera conseguir otros mil más.
Destacó que en las zonas A y B del damero de Gamarra –donde predomina el rubro textil– hay 230 galerías, que podrían albergar a los ambulantes. “Los desalojados de la Av. Aviación venden productos perecibles. Ellos podrían ser reubicados en el Mercado 3 de Febrero, en la Tierra Prometida de Santa Anita o en el Parque del Migrante, donde se podría construir un gran mercado”, aseveró.
Sobre este tema, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, sostuvo que hay 1,500 espacios disponibles en el Centro de Lima –específicamente, en la Av. Argentina– y en Santa Anita.
En cuanto al Parque del Migrante, manifestó que se trata de una posibilidad que está en análisis. “Buscamos generar espacios limpios, y no en medio de las ratas”, expresó.