Ante los agentes de la Depincri Barranco-Chorrillos, Christian Gutiérrez aceptó que quemó las cosas de su ex pareja, Margot Sifuentes, pero aseguró que no la agredió. (LuisCenturión)
Ante los agentes de la Depincri Barranco-Chorrillos, Christian Gutiérrez aceptó que quemó las cosas de su ex pareja, Margot Sifuentes, pero aseguró que no la agredió. (LuisCenturión)

“Por eso lo han liberado. Porque no ha pasado nada más grave. ¿Qué quieren? ¿Quieren verme coja? ¿Quieren que me quede ciega? ¿Quieren verme quemada, como le pasó a la señorita Eyvi Ágreda, para recién hacer algo? ¿Querían que esté en medio del fuego?”.

Margot Sifuentes Chávez (26) rompió su silencio. Ahora habla, se queja y grita. Se muestra indignada por la decisión de la fiscal Nancy Zegarra Santillán, de la Fiscalía Provincial Penal de Turno Permanente de Lima Sur, que dejó libre a Christian Gutiérrez Córdova (37), su ex pareja, su agresor, la persona que –según la denunciante– quiso quemarla viva en la habitación que ambos compartieron, en

Para la magistrada, aún hacía falta la determinación de la gravedad de las lesiones, así como el dosaje etílico, y peritajes psicológico y psiquiátrico del denunciado. Es por eso que Zegarra Santillán decidió ampliar la investigación contra el denunciado, pero con este en libertad.

¿Y en qué situación quedó la víctima? La fiscal ha dispuesto que la comisaría de Mateo Pumacahua comunique al Juzgado Especializado de Violencia de Género de Lima Sur para que se dicten medidas de protección a favor de Margot Sifuentes, medidas que –como se evidencia en otros casos– no sirven de nada.

Asimismo, Nancy Zegarra derivó el caso a la Primera Fiscalía Provincial Penal de Villa María del Triunfo Especializada en Delitos de Feminicidio para que esclarezca el hecho y determine las acciones a tomar contra el presunto agresor.

Sentada en medio de la habitación que compartió con su ex pareja –la misma que aún está invadida por el humo y que tiene las paredes negras–, Margot Sifuentes recordó que, el día del ataque, Christian Gutiérrez se ocultó en la escalera que estaba fuera de su departamento tras quemar todo lo que había adentro.

“Me estaba esperando. Quería empujarme. Si no volteo y corro a tiempo, ahorita estaría quemada”. Contó, también, que los golpes han sido constantes en estos ocho años de relación y que nunca los denunció porque sentía que no serviría de nada. Y, lamentablemente, el tiempo parece haberle dado la razón.

‘SOLO TOMAN EN CUENTA LAS LESIONES QUE SE VEN’

“En los casos de violencia a la mujer, en nuestra sociedad solo se toman en cuenta las lesiones que se ven y no las que se sienten. Y el sufrimiento mental no necesariamente se ve. Ahí hay influencias culturales y sociales”.

De esta forma se refirió el doctor Yuri Cutipé, jefe de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, a las medidas adoptadas por la justicia, que solo mide la gravedad de las lesiones generadas por agresores cuando estas son físicas y visibles.

Dijo, también, que, muchas veces, los atacantes vuelven a amedrentar a sus víctimas “para disminuirlas e inhabilitarlas emocionalmente”.

Recordó que en el Perú hay 32 centros de salud mental comunitarios (nueve en Lima), a los que pueden acudir las mujeres golpeadas.

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