El cuerpo de la niña de 11 años que falleció por un aborto el pasado sábado 3 de diciembre del 2016 fue retirado esta mañana del cementerio El Ángel de Chiclayo. La diligencia estuvo a cargo del fiscal José Benavente, quien efectúa las investigaciones. También acudieron peritos del Ministerio Público y la Policía.
Luego de la exhumación, los restos de la menor fueron llevados a la morgue, en donde se le practicó una necropsia, se recogieron muestras de distintas partes de su cuerpo y le sacaron radiografías.
Benavente explicó que esta diligencia es para que se realicen estudios complementarios en la investigación que determinen con certeza el tipo de aborto al que fue sometida la niña. Asimismo, se busca certificar el periodo de su embarazo.
Cabe anotar que la niña murió desangrada en el hospital Las Mercedes, a donde llegó para ser atendida luego de un aborto clandestino. Su primo, Marcio Núñez Criollo (18), reconoció que la embarazó y que perdió al bebé al ingerir unas pastillas que le compró. No obstante, la Fiscalía sostiene que hubo un aborto quirúrgico mal practicado.
Tito Esteves, quien participó de la exhumación al ser abogado del padre de la víctima, Demetrio Chachapoyas, refirió que los exámenes practicados al cuerpo han demostrado que la menor no sufrió golpes o fracturas, tal como se había especulado.