Funcionaban como centros de masajes, terapia física y rehabilitación pero en realidad eran lugares destinados al oficio más antiguo del mundo: la prostitución.
Nueve de estos locales, ubicados en una galería de la avenida Nicolás de Piérola, en el Cercado de Lima, fueron clausurados por personal de Fiscalización y Municipalidad de Lima.
Tras varios días de seguimiento, los agentes sorprendieron a las jóvenes que ofrecían estos servicios. En la galería también funcionaban cabinas de Internet, fotocopias, venta de libros , alquiler de computadoras y video juegos.
Algunos locales sí contaban con licencia de funcionamiento de fisioterapia, sin conocer el verdadero propósito. Por ese motivo, además de clausurar sus negocios, los propietarios fueron multados con 3 UIT (casi S/10 mil).