La emblemática Plaza San Martín, uno de los principales puntos de reunión del Centro de Lima, luce completamente desierta debido al toque de queda interpuesto por el gobierno como medida de prevención contra el coronavirus (COVID-19).
Los tertulianos habituales, ambulantes y parroquianos de los bares y discotecas de las zonas aledañas, desaparecieron, y fueron reemplazados por miembros de las fuerzas armadas, quienes hacen guardia en las calles.
Estas medidas, que no son nuevas en nuestro país, generaron caos en algunos puntos de la capital, principalmente en los paraderos del Metropolitano y las estaciones del Metro de Lima, principales medios de transporte.