Redacción PERÚ21

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Después de dos meses de haber asesinado brutalmente a su esposa a golpes, Miguel Antonio Benites (38) fue capturado por agentes del Escuadrón Verde de la Policía Nacional en el

El sujeto propinó una descomunal paliza a Erika Elizabeth Oblitas (35), quien había intentado poner un punto final a su tormentosa y enfermiza relación sentimental de siete años. La víctima quedó en estado de coma y, siete días después, falleció.

Benites, quien presentaba varias denuncias por los delitos de agresión, robo, tenencia de armas, entre otros, fue intervenido en el cruce de la avenida Miguel Grau con el jirón Saloom

Ahora, el hombre deberá afrontar los cargos por el delito de feminicido y permanecerá detenido preliminarmente por pedido del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria del Callao. 

EL CASO 

No resistió más. Erika Oblitas Morales, de 36 años, permaneció por una semana internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Arzobispo Loayza. De acuerdo a la familia de la víctima, el sujeto la ahorcó, la golpeó y le lanzó un televisor en la cabeza la noche del domingo 2 de junio. 

La víctima estuvo en coma hasta que los golpes en la cabeza le produjeron la muerte.

Tras la agresión, efectivos policiales intervinieron a ambos y los llevaron a la Comisaría Juan Ingunza Valdivia. Según indicó la Policía Nacional del Perú (PNP) en un comunicado, la intervención ocurrió por "haberse agredido mutuamente como consta en los resultados del examen de reconocimiento médico legal" en marco de la Ley N° 30364, que sanciona la violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar, informó El Comercio. 

Segundo Oblitas, padre de la víctima, denunció que la agresión que presentaba Benites Arana fue realizada por los policías que ingresaron a la vivienda ante la llamada de una vecina que fue testigo de los golpes contra su hija. "Los dos policías le pegaron [al agresor] para que la suelte [a su hija]. En vez de auxiliarla, la detienen y luego le da la convulsión", contó a RPP. 

De acuerdo a la Policía, Erika Lizbeth Oblitas Morales sufrió un desvanecimiento en las oficinas de Criminalística durante las diligencias y fue llevada por los agentes al Arzobispo Loayza, a donde ingresó en la madrugada del lunes 3 de junio.