Redacción PERÚ21

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Las 46 familias empadronadas hasta el momento, que resultaron damnificadas por que acabó con sus viviendas en Navidad en el asentamiento humano Atalaya (), no solo sufren por la falta de un techo para dormir, sino que están expuestas al clima y a diferentes enfermedades.

Por eso, la directora ejecutiva de Prestaciones de Salud del Gobierno Regional del Callao, Jenny León, dijo que se realizará una campaña médica para los afectados por el siniestro. "Se atendió a 12 personas adultas por laceraciones. En la madrugada se evacuó un niño por intoxicación de monóxido de carbono pues presentaba constantes vómitos", dijo en RPP.

De otro lado, varios pobladores pidieron con urgencia ropa para los niños y ancianos que están expuestos al clima, ya que las familias están viviendo bajo carpas hasta que se haga efectivo que les permitirá reconstruir sus viviendas.

Mientras tanto, la maquinaria de la región Callao continúa con las labores de remoción de escombros en el terreno donde quedan los restos del asentamiento humano destruido.