Vulnerables. La mayoría de menores que cae en las redes de los explotadores sexuales no se da cuenta de que es una víctima.(USI)
Vulnerables. La mayoría de menores que cae en las redes de los explotadores sexuales no se da cuenta de que es una víctima.(USI)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Se convirtió en víctima de a los 13 años y tuvo su primer hijo a los 15 años. Se llama Kathy, actualmente tiene 32 años, es madre de tres hijos y se dedica a trabajos temporales. De niña fue acogida por una vecina que la crió como una hija. Sin embargo, creció con rebeldía; un día se fue de la casa y terminó cayendo en manos de explotadores sexuales.

Teo, a diferencia de Kathy, sí tiene familia y vive con ella. Sin embargo, a corta edad empezó a escaparse de su casa para consumir drogas y también terminó siendo explotada sexualmente. Teo ha ingresado y salido del mundo de la calle en varias oportunidades, ha estado presa, se convirtió en madre a los 17 años y era reacia a recibir ayuda.

Aunque Kathy y Teo tuvieron hogares y realidades distintos, ambas fueron víctimas de explotación sexual infantil. Afortunadamente, en ambos casos las jóvenes recibieron el apoyo psicológico, social y educativo de un proyecto contra la explotación sexual, que les permitió salir de la situación de calle y buscar un nuevo rumbo.

Sin embargo, no todos los menores que pasan por esa situación tienen la misma suerte. Pese a los esfuerzos de las autoridades para luchar contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (Esnna), esta se sigue extendiendo en el país.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, el Perú está entre los seis países del mundo más afectados por la problemática. En el Perú, como en muchos otros países, no existen cifras exactas sobre la cantidad de menores afectados por la Esnna, empero estimaciones de la ONG Capital Humano y Social Alternativo (CHS Alternativo) revelan que hay unos 10,000 niños y adolescentes que son explotados sexualmente.

Empero, la cifra podría ser mucho mayor. Carlos Ghersi, coordinador del proyecto RUA (Ruta Única de Atención contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes), señaló que a través de este grupo de trabajo se encontró que los menores víctimas de Esnna presentaban un nuevo perfil, pues ya no eran solo jóvenes sin hogar o con necesidades económicas, sino también adolescentes que buscaban un bienestar material.

NUEVO PERFIL DE VÍCTIMAS

El proyecto RUA intervino seis colegios en San Juan de Miraflores, Villa El Salvador, Lurín, Villa María del Triunfo, La Victoria y Cercado de Lima y, tras talleres con 1,400 adolescentes, encontró a 70 víctimas de explotación sexual que vivían con sus padres, iban al colegio y aparentemente llevaban una vida normal. Además, se halló a otros 519 niños y adolescentes que estaban en situación de riesgo.

"Estas no son las víctimas clásicas que están paradas en las calles consumiendo terokal o pasta, ofreciendo servicios sexuales y siendo explotadas por un proxeneta. Aunque este estereotipo aún existe y hay menores en las calles con esas características, hay también un grueso número de adolescentes que no viven en pobreza extrema, están con sus padres y estudian, pero tienen otras necesidades porque quieren tener lo que tiene la vecina o pertenecer al grupo de chicas exitosas de la sociedad, y lo obtienen negociando su cuerpo, sin darse cuenta de que se convierten en víctimas", detalló Carmen Barrantes, investigadora del proyecto RUA.

Ghersi precisó que el proyecto halló en los colegios intervenidos a un 5.4% de adolescentes en esta forma de explotación. "Si hacemos la proyección y tenemos en cuenta que en el país hay 2'500,000 escolares, habría 150,000 menores víctimas de explotación sexual en el Perú, y eso sin contar a las jóvenes que no van a la escuela", advirtió.

Pero más allá de las cifras, la lucha contra la Esnna enfrenta varios problemas. Entre ellos, las dificultades para aplicar la legislación y tipificar los casos, pues aunque desde 2004 el artículo 179 A del Código Penal sanciona al usuario-cliente que utiliza sexualmente a menores a cambio de un pago o cualquier otro tipo de retribución, a la fecha solo hay una persona detenida y sancionada bajo esa figura legal.

NO HAY SANCIONES

"La norma existe desde hace 12 años, pero no se aplica y, por lo tanto, no cumple su finalidad. Esto se da por el desconocimiento de la ley por parte de los operadores de justicia, pues para ellos la Esnna no es un tema prioritario, no lo tienen en su agenda, no lo conocen o suelen confundirla con la trata de personas, que, aunque se vincula con la problemática, presenta otras características", indicó Ghersi.

Precisamente para tratar de visibilizar este delito, Karla Schaefer, presidenta de la Mesa de Mujeres Parlamentarias del Congreso, está trabajando en un nuevo proyecto de ley que busca tipificar mejor el delito y aumentar las penas de entre 4 y 6 años de cárcel a entre 10 y 12 años.

"Lo que se busca es que el Poder Judicial y la Fiscalía no tengan diferentes criterios al momento de enfrentar este delito y que el cliente-usuario o explotador sexual sea sancionado como se debe. No podemos ser tolerantes ante la explotación sexual", dijo.

La parlamentaria señaló, además, que otro problema que enfrenta la Esnna es que tampoco hay programas del Estado para identificar a las víctimas ni servicios de atención para su recuperación física y psicológica. "El Estado debe trabajar más para llegar a las personas que están siendo explotadas sexualmente y no se dan cuenta de que son víctimas. No solo se trata de reconocer el delito, se debe dar a la víctima las condiciones para salir adelante", subrayó.

Federico Arnillas, presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, advirtió que el Estado no dispone de un presupuesto especial para garantizar el respeto de los derechos de los niños y adolescentes peruanos, y dijo que, mientras esa situación siga así, será muy difícil combatir la explotación sexual de menores.

"Sin presupuesto no se protege derechos"

"Hay buenas iniciativas, pero son aisladas, no existe un programa presupuestal especial para la protección de niños y adolescentes víctimas de violencia. Sin presupuesto no hay derechos, por eso el Estado tiene muchas dificultades para restituir los derechos en los casos que estos han sido violados", dijo.

Arnillas señaló que el mejor plan que pueda existir para proteger a los niños no es viable si no se cuenta con recursos. "Por eso ahora es más urgente que nunca sumar las voces y emplazar al Ministerio de Economía y Finanzas, para que cree un programa presupuestal que proteja a los niños y adolescentes víctimas de violencia o en riesgo de serlo", anotó.

Tenga en cuenta

  • El proyecto RUA, que fue ejecutado por la ONG italiana Cesvi y la Asociación Cultural Teatro Vivo, con financiamiento del Fondo Ítalo Peruano, presentó esta semana la sistematización de su trabajo de dos años en seis distritos de Lima.
  • A través del proyecto se detectó, en la calle y en los colegios, a 150 adolescentes víctimas de explotación sexual, las cuales fueron derivadas a los servicios del Estado, para que reciban atención especializada.
  • El proyecto también elaboró tres manuales para la detección y atención de las víctimas de Esnna. Asimismo, a través de Teatro Vivo, se usó el arte en diversos colegios como terapia de prevención y rehabilitación.
  • Además, el proyecto capacitó a los tutores de los colegios intervenidos sobre el nuevo perfil que presentan las víctimas, para que así puedan ayudarlas.

TAGS RELACIONADOS