El jefe de la División de Investigación Criminal del Callao, Francisco Casafranca Rupay, informó sobre un incremento de los delitos de extorsión denunciados en el primer puerto. Según indicó, en el 2020 se registraron 37 casos, mientras que casi se duplicaron a 70 en el 2021 y en lo que va de este año ya suman 12.
Según explicó el jefe policial, en el Callao las modalidades más recurrentes de este delito “son las amenazas, la exposición a la intimidad y el cobro de dinero (cupos)” a personas, transportistas, al sector construcción civil y comerciantes.
En entrevista al programa digital “Hablando de Justicia” de la Corte Superior de Justicia del Callao, Casafranca señaló que la ciudadanía debe estar alerta para reconocer las extorsiones, que muchas veces son cometidos por personas que se encuentran en su entorno.
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“Hay diferentes modalidades (para cobrar las extorsiones) como por ejemplo los ‘depósitos equivocados’ a cuentas ajenas que están plenamente identificadas por los delincuentes, quienes luego de desviar el depósito ofrecen dinero a los titulares por el supuesto error cometido y así adueñarse del monto depositado producto de la extorsión”, señaló el jefe policial.
Casafranca también informó que durante la pandemia se incrementó la extorsión por exposición a la intimidad a través de videos encontrados en celulares robados, por lo que recomendó un mayor cuidado con la información personal que se almacena en estos dispositivos.
El jefe de la Divincri señaló que una vez recibida la extorsión, el ciudadano debe acercarse a la comisaría más cercana para ingresar la denuncia, y “debe tener la seguridad que en el día esta será transferida a la División de Investigación Criminal para iniciar la averiguación”.
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Entre sus recomendaciones mencionó al ser víctima de una extorsión, la persona debe colgar la llamada, es decir evitar dar información personal excesiva en canales digitales o redes sociales.
Y si recibe la llamada, agregó, debe escuchar atentamente pues ayudará a reconocer algún detalle que permita lograr la identificación del extorsionador.