Inaudito. Eran los encargados de controlar el tránsito en las caóticas pistas de , pero lo que hicieron fue formar una organización criminal dedicada a extorsionar a cientos de choferes del servicio informal de taxis colectivo. Esta mafia era integrada, nada menos, por un comandante PNP, dos capitanes y dos suboficiales.

Estos malos policías cobraban cupos de S/1,500 mensuales a los conductores para darles protección y evitar que los intervengan en operativos. Además, no permitían que otros transportistas utilicen sus paraderos.

Si los taxistas informales se resistían al pago o se atrasaban, eran amenazados por los agentes con la imposición de papeletas graves. Cuando estas sanciones se concretaban, los policías de tránsito les solicitaban dinero a cambio de eliminar las infracciones o cambiarlas de código; es decir, de graves a leves.

No obstante, un trabajo coordinado entre la , la Dirección de Inteligencia y la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima Norte permitió ayer desbaratar esta organización criminal que, al parecer, operaba desde mayo del año pasado en Independencia, Los Olivos, Comas, Carabayllo y Puente Piedra.


GOLPE CONTRA EL CRIMEN
Tras las investigaciones, el fiscal anticorrupción Marco Carrasco solicitó autorización al Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Lima Norte para intervenir la sede del Departamento de Control de Tránsito de Lima Norte 2, en la urbanización Payet, en Independencia. Así se detuvo al jefe de esta unidad policial, el comandante Fortunato Ñope Pajuelo.

También cayeron los capitanes José López Sisniegas y Pedro Jesús Melgar Torres, además los subalternos Pablo Nicho Galindo y Wilson Zea Cernaqué. Asimismo, se capturó a Welser Tenorio Pérez, quien era el representante de un supuesto comité de transportistas de Comas.

En la dependencia policial se incautaron diversos documentos que comprometían a los citados agentes en las ilícitas actividades.

De acuerdo a las primeras pesquisas, Tenorio era el nexo entre los taxistas informales y los agentes PNP. Operaba en los paraderos informales ‘La 50’, ‘Puente de la 50’, ‘Fox de Pro’, ‘Primera de Pro’, ‘Belaúnde’, y otros por identificar.

Debido a que todas las coordinaciones se hacían por teléfono, y gracias a la versión de testigos protegidos, la Fiscalía solicitó el levantamiento del secreto de las comunicaciones de los involucrados. De esta manera se estableció cómo eran las extorsiones.

“Los policías son investigados por los presuntos delitos de cohecho pasivo propio en el ejercicio de la función policial, cohecho activo en el ámbito de la función policial y de banda criminal”, informó el fiscal Marco Carrasco.

Luego de la operación, el Comando PNP envió un comunicado en el que señalaba que “la institución asegura a la ciudadanía y a la opinión pública en general una investigación transparente e imparcial a los efectivos policiales que pudieran estar involucrados en actos irregulares, como consecuencia de la indicada intervención policial”.


TENGA EN CUENTA
-La investigación fue denominada por la Policía como ‘Caso Copuca’. Esto a raíz de denuncias de conductores que se negaron a pagar los cupos. 
-Se informó que los malos policías realizaban operativos de tránsito sin contar con la debida autorización del Comando PNP y sin dar cuenta a sus superiores. 
-En los últimos meses se registraron varias denuncias de asaltos cometidos en falsos taxis colectivos. Incluso, dos pasajeros fueron asesinados.