El abogado César Azabache aseguró ayer que su renuncia al cargo de agente del Perú ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para el caso Chavín de Huántar no se debió a ninguna discrepancia, ni con el ministro de Justicia, ni con el de Defensa.
Indicó que dejó ese puesto para poder participar, desde el llano, en los debates sobre esta historia y para ayudar a que la sociedad peruana tenga una idea clara sobre lo que pasó en este caso, alegando que no se puede llegar a la Corte con una posición dividida. "Tenemos cuatro meses para construir nuestra posición como comunidad", dijo a Canal N.
Azabache afirmó que no hay ninguna ejecución extrajudicial que comprometa a los comandos y que el Perú debe dejar en claro ante la instancia internacional que, como país, tiene el derecho de esperar a que sus tribunales adopten una posición definitiva.