Se instalarán 25 estaciones –con modernos censores– a lo largo de la cuenca del Rímac, que tiene 127 kilómetros de extensión. (USI)
Se instalarán 25 estaciones –con modernos censores– a lo largo de la cuenca del Rímac, que tiene 127 kilómetros de extensión. (USI)

A partir del próximo año se comenzará a implementar un sistema de monitoreo del caudal del . Este permitirá medir, en tiempo real, el caudal, la intensidad de descarga, la calidad del agua, así como prevenir posibles desbordes, como los que afectaron a miles de personas este año, debido a la presencia del fenómeno .

Con este fin, se instalarán 25 estaciones –con modernos censores– a lo largo de la cuenca del Rímac, que tiene 127 kilómetros de extensión. Además, se construirá un ambiente especial en el local de la Autoridad Nacional de Agua (ANA), en el que operará el centro de información integrado de recursos hídricos.

“Va a costar casi dos millones de dólares. Lo que más cuesta son los censores y los equipos de alta tecnología que se necesitarán. Estos nos van a dar, minuto a minuto, información sobre lo que sucede en el río Rímac”, manifestó a Perú21 Juan Castro Vargas, jefe de la Dirección de Gestión de Calidad de los Recursos Hídricos del ANA.

Este proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte de Corea del Sur, y será ejecutado por la empresa Pyunghwa Engineering.

El próximo año, también, se buscará el financiamiento para efectuar un plan piloto en una extensión de 1.8 kilómetros del río Rímac. “Se quiere hacer obras para prevenir desbordes e inundaciones en el tramo que se encuentra entre las quebradas Corrales y Chosica”, resaltó el funcionario.

“Hemos visto que estas quebradas son las que, ante un evento extremo, se pueden activar. En total, en todo el río Rímac, hemos detectado 61 puntos críticos”, dijo.

DATOS

- Estas iniciativas son parte del Plan Maestro para la Restauración de la Cuenca del Río Rímac, que está referido al desarrollo de recursos hídricos y a mejorar la calidad del agua.

- Así se espera, en un plazo de 10 años, recuperar el río Rímac, el afluente más importante de la capital.