Redacción PERÚ21

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El 10 de marzo de 2017, un macabro crimen conmocionó al país. Se trataba de Ana Carranza Chiara (21), quien secuestró, torturó y asesinó al estudiante Luis Sergio Ramírez Santos (19) tras conocerlo en . Desde entonces cumplía una prisión preventiva en el Penal Santa Mónica, pero tampoco se regía bajo esas reglas. 

INTENTO DE FUGA 

Ana Carranza, conocida como 'La asesina de Tinder';  junto a Shirley Leslie Silva Padilla, (a) 'La gata', y otras dos reclusas fueron trasladadas al penal Concepción de Junín a 3,283 m s.n.m. Esta decisión se tomó luego de que ellas intentaran fugarse del penal Anexo Mujeres de Chorrillos.  

La autora intelectual del la fuga masiva fue Ana Carranza, quien planeó el escape por el área de Visitas pero agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) lograron capturarlas a solo unos metros de su escape. 

EL MACABRO CRIMEN

En enero de 2017, Ana Carranza conoció a Luis Ramírez, a través de Tinder y mantuvieron un primer encuentro sexual. Meses después, el 9 de marzo, Ana lo citó nuevamente y Luis aceptó sin saber que era su última vez.

El 10 de marzo, Luis Ramírez acude a la avenida los Jardines () a las 11 de la mañana, y es conducido por Ana hacia su domicilio. Ahí lo esperaba junto con su enamorado Aníbal Agusto Chalco Vilcapoma (21) y Eduardo Horacio Carranza (31), hermano de la victimaria. 

En su vivienda, Ana colocó la música a alto volumen y cerró las puertas con llave. “Le dije que se disculpara por lo que me hizo pero se mostró indiferente (…) lo corté con la espada en el brazo derecho y sin querer le hice un corte profundo”, narró en su confesión. 

Horas después a Luis le toman fotografías y le hacen videos despidiéndose de su familia, los mismos que enviaron a su madre solicitando S/20 mil a cambio de liberarlo. Con eso logran recibir un depósito de mil 500 soles. Sin embargo no hay trato.

El tiempo sigue transcurriendo y deciden dejar que Luis se desangre hasta que ella le preguntó si prefería que lo asfixiaran, "ya, me da igual", contestó la víctima —según confesión de la asesina— y lo estranguló con una soga. 

El cadáver lo meten en una bolsa negra y trasladan el cuerpo en un taxi a la avenida Constelación (SJL), donde lo dejan. Toman otro vehículo hasta Acho y luego se dirigen a Plaza Norte, donde comen en un restaurante de comida rápida. 

La Policía la capturó en su domicilio y le dieron nueve meses de prisión preventiva mientras que formulan los cargos que serían por el delito de secuestro, extorsión y homicidio calificado.  Según los constitucionalistas, la pena sería de cadena perpetua.