Riqueza sin explotar. Antigua casona en el jirón Cajamarca en el Rímac que podría convertirse en un atractivo turístico habitacional.
Riqueza sin explotar. Antigua casona en el jirón Cajamarca en el Rímac que podría convertirse en un atractivo turístico habitacional.

Calles vacías y comercios cerrados. Así luce el Centro Histórico los domingos. Cada vez más familias optan por mudarse por miedo al colapso de sus antiguas quintas y casonas, de gran valor arquitectónico y cultural, que ahora se han convertido en negocios informales que son una bomba de tiempo. Este es uno de los problemas que la Ciudad de Lima, que cumple 485 años de fundación, debe afrontar.

“Lima se está despoblando y empieza a haber un desequilibrio. Las personas se mudan por el peligro que significan las casonas que habitan y que ahora se han convertido en negocios informales”, advirtió Antonio Polo y La Borda, miembro de la Comisión Nacional de Patrimonio Arquitectónico del Colegio de Arquitectos del Perú.

En Barrios Altos, explica, hay viviendas virreinales y republicanas que están siendo usadas como almacenes –muchas veces de pirotécnicos– sin licencia. Un claro ejemplo es que hace dos semanas, una quinta convertida en depósito ilegal se derrumbó. En Monserrate, añadió, se han instalado muchas imprentas y ello resulta un uso incompatible del inmueble.

“El Centro Histórico atraviesa un proceso de deterioro que, de momento, no se detiene. Por ello, es importante mejorar los niveles de habitabilidad para los vecinos en todos los sectores, pues ello atraerá la inversión privada que apostará por su recuperación”, subrayó.

Polo y La Borda, en esa línea, destaca que es importante que haya casonas que deban seguir siendo usadas como vivienda, lo cual es un elemento importante para que Lima se mantenga como una ciudad viva y no un museo.

Puro negocio. El comercio formal e informal prolifera en casonas del casco histórico.
Puro negocio. El comercio formal e informal prolifera en casonas del casco histórico.

INFORMALIDAD: UNA PLAGA

El arquitecto urbanista y catedrático, Wiley Ludeña, coincide en que hay un visible abandono de los habitantes por miedo al colapso, como consecuencia al deterioro de sus viviendas.

“La expansión informal de talleres y almacenes, sobre todo en Barrios Altos, supone un riesgo, hay derrumbes e incendios. Los comerciantes, incluso siendo conscientes del valor monumental, engullen las casonas. Esa es la gran plaga que destruye al Centro Histórico”, explica.

En Monserrate, advierte, va a pasar lo mismo, como influencia de lo que ocurre en calles con Dos de Mayo, donde hay negocios de ferretería con alto material inflamable que no atienden los mínimos requerimientos de seguridad.

El profesional explica que las ciudades monofuncionales están condenadas a morir y, para que ello no ocurra con el Centro de Lima, es importante la mixturización funcional.

“Esto implica edificios mixtos (negocios y vivienda), que enriquecen y dan vida. Debe haber colegios y todo el equipamiento social que las urbes requieren”, detalló.

SOLUCIÓN

Lo que se debe hacer es que el Estado, municipio y autoridades retomen un liderazgo con la toma de decisiones.

En ese sentido, explicó, que se requiere un Centro mixto donde haya calidad de viviendas y se pueda desarrollar una vida urbana con presencia de comercios. Ludeña resaltó que debe haber un equilibrio permanente y que los fines de semana debería haber gente en las calles porque hay mucho por ofrecer.

Indeci, por su parte, indicó que junto al Municipio Metropolitano de Lima, tienen identificadas las casas y casonas, donde aún habitan familias, y que están expuestas a una alta vulnerabilidad.

Acción. Urgen decisiones para proteger la zona monumental.
Acción. Urgen decisiones para proteger la zona monumental.

REVALORACIÓN PRIVADA

Los expertos coinciden en que este problema es reversible y que Lima tiene todo el potencial para convertirse en una ciudad atractiva como Roma, París y Madrid, manteniendo un sensato equilibrio.

En la actualidad, el Centro Histórico de Lima tiene 146,126 habitantes en un área de 1,022.81 hectáreas, pero la cantidad de personas que transitan a diario es de un millón 800 mil.

La cifra supera casi en diez veces a su población. La mayoría acude a trabajar y otras para consumir o hacer turismo. Y es que cada vez más empresas apuntan a instalarse en el casco monumental.

Hace unos años se ha podido apreciar la puesta en valor de casonas históricas para convertirlas en tiendas por departamento de reconocidas marcas, oficinas, bares, cafés y restaurantes, respetando la arquitectura y cambiando el paisaje del Centro.

“Cada vez más empresas públicas y privadas apuestan por instalarse en el casco histórico utilizando las casonas restauradas. Lo importante del Centro es que hay acceso para que puedan llegar personas de todas partes de la ciudad”, cuenta María Belén Corzo, gerente legal de Arte Express, empresa encargada de comprar casonas, restaurarlas y alquilarlas.

Corzo explicó que cuenta con 32 inmuebles y que harán un hotel boutique. Otros de los proyectos responde a las necesidades del Centro Histórico; también construirán un edificio de viviendas en el jirón Junín, cerca del Ministerio de Economía y Finanzas.

“La idea es mantener la identidad. El Centro tiene accesos, cultura, atractivos turísticos, gastronomía… Es una gran ciudad y tiene todo el potencial”, puntualizó.

No hay duda de que la zona monumental ha ido cambiando de rostro y cada vez más personas acuden a visitarla, valorando su cultura y arquitectura. Lo importante es que se convierta en una alternativa segura y atractiva para vivir y se revierta la tendencia decreciente habitacional.

RECUPERAN ESPACIOS PÚBLICOS

Ayer y hoy. Panoramas muy distintos. “Antes esta zona era un estacionamiento público abierto, un fumadero y hasta urinario”, nos dijo un vecino del jirón Callao, cuando llegamos al tradicional barrio de Monserrate. El lugar luce ahora con un rostro cambiado luego de la intervención realizada por la comuna limeña en la campaña Limeños al Bicentenario.

Es la primera obra de recuperación de un espacio público de los 54 que busca mejorar la actual gestión. El barrio de Monserrate forma parte del Centro Histórico de Lima y algunas de sus áreas han sido declaradas Patrimonio Mundial en 1991.

Durante un recorrido realizado por este diario vimos la colocación de macetas, la instalación de árboles meijo y calistemo, sembrado de flores, construcción de pistas y veredas, pintado de mobiliario de casonas antiguas y señalización.

El área que antes era un parqueo informal luce hoy muebles de madera rústica con sombrillas donde convergen vecinos de la zona en horas de ocio y esparcimiento.

“Los trabajadores de la municipalidad nos brindan charlas sobre reciclaje, cuidado del medio ambiente; han instalado juegos para los niños y los fines de semana se realizan ferias gastronómicas con la presentación de grupos musicales”, señaló muy animado otro vecino del tradicional barrio, quien también destacó que la estación ferroviaria ubicada en el jirón Sancho de Rivera hoy luzca impecable, con una fachada renovada.

Tradición. Monserrate es el primero de 54 espacios a recuperar.
Tradición. Monserrate es el primero de 54 espacios a recuperar.

ANÁLISIS // José Lazarte Castillo // Arquitecto urbanista

El Centro Histórico de Lima y su contenido patrimonial con las casonas se convierten en un problema no solo cuando no son tratadas de la manera que se merecen, sino también cuando se les da el uso inadecuado. Todo el problema se sintetiza en hacinamiento, viviendas a punto de caerse y fachadas con un mal aspecto. La solución parte del Gobierno Central y de la comuna de Lima Metropolitana para poner en valor la zona, interviniendo las casonas en estado crítico y las más emblemáticas con el objetivo de promover otros usos compatibles con lo que está sucediendo con el Centro de Lima: el comercio, la cultura, la gastronomía y el arte. Es evidente que los actuales posesionarios de algunas de estas casonas no son capaces de mantenerlas ni rehabilitarlas, por lo que es necesario establecer lineamientos de regeneración urbana (no solo intervenir la casona, sino también aplicar un tratamiento paisajístico en las vías que le dan acceso, priorizando al peatón y a los medios de transporte alternativos) bien claros por parte del Gobierno y la intervención del sector privado. La población tendría que ser reubicada en un programa habitacional estatal.

TENGA EN CUENTA

-El Centro Histórico está compuesto por el Damero, Barrios Altos, Monserrate y una parte del Rímac, que cuenta con patrimonio arquitectónico de gran valor, historia y tradición.

-La zona monumental tiene 7,126 inmuebles, de los cuales 649 son monumentos históricos (9%), 1,278 inmuebles de valor monumental (18%) y 5,199 inmuebles de entorno (73%).