A MUCHA HONRA. Recuerda con mucho orgullo y felicidad los años en los que fue parte de Los Toribianitos. (César Fajardo)
A MUCHA HONRA. Recuerda con mucho orgullo y felicidad los años en los que fue parte de Los Toribianitos. (César Fajardo)

Redacción PERÚ21

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Todos los días de diciembre cantaba y bailaba –dos, tres presentaciones al día–, ha conocido casi todo el Perú, viajó dos veces a los , grabó un disco y hasta firmó autógrafos. Así era la vida de Álvaro Lainez como toribianito durante ocho años.

"En el colegio era un modelo a seguir. Me presenté en la oficina del padre Óscar Aquino, quien es el director del coro. Tuve la suerte de ingresar y me quedé hasta que terminé el colegio", nos cuenta Lainez, de 23 años y comunicador de profesión.

Para Álvaro, participar en este coro navideño fue una etapa muy bonita en su vida. "Nunca sentí ni en el colegio ni en mi barrio algún tipo de fastidio por ser toribianito. Más bien, en el colegio era como un orgullo. Además, aprendí sobre la unión y la amistad. Éramos una familia. Estoy agradecido con el padre Aquino", asegura.

Está claro, nadie le quitará lo bailado (y cantado).