La complaciente respuesta del presidente Ollanta Humala a la rebeldía de Omar Chehade de no dejar la vicepresidencia fue severamente criticada por congresistas de oposición, consultados por Perú21.
Para Carlos Bruce (AP) esa actitud es "decepcionante" y deja una señal de impunidad para los funcionarios públicos descubiertos en actos indebidos, lo que –agregó– es "inmoral". Subrayó que es un serio revés para la lucha contra la corrupción.
Ahora está claro –dijo– que Humala proteje a Chehade porque este conoce las interioridades del caso Madre Mía. "Él sigue de congresista y vicepresidente, no hay que engañarnos. No ha pasado nada", sentenció.
En opinión de Juan Díaz Dios (Fuerza 2011), el mandatario ha demostrado su falta de autoridad y liderazgo. "Me preocupa porque en esta pugna entre ambos por ver quien tiene más poder, parece que ganó Chehade. Se confirma que lo estaría chantajeando", advirtió.
Indicó además que Chehade pertenece aún al Poder Ejecutivo y se preguntó qué realidad vive Humala para señalar lo contrario, la de Perú o la de Hawái. "Mejor se hubiera quedado callado", ironizó.
RETROCESOMauricio Mulder (Apra) remarcó que las palabras de Humala confirman un retroceso en la anunciada decisión de no blindar al legislador oficialista y reflejan que habría un temor por lo que sabe y, por eso, se le trata con guantes de seda.
Sostuvo que cuando el presidente le pidió dar un paso al costado, solo lo hacía para cumplir con la prensa y la opinión pública.
Ayer, cuando la mayoría de peruanos reclamaba que el mandatario haga sentir su autoridad, sucedió lo opuesto. "Para mí ya terminó ese asunto. Dio un paso al costado (…) No pertenece al Ejecutivo", expresó Humala en una entrevista para El Comercio.
SIGUE EN EL EJECUTIVOEstas declaraciones tampoco fueron muy del agrado de Javier Diez Canseco (Gana Perú), quien precisó que Chehade sigue perteneciendo al Ejecutivo, ya que solo ha "autodeclarado que no asumirá funciones".
Asimismo, comentó que no sabe por qué Humala formuló tales comentarios y reiteró que lo mejor hubiera sido que el vicepresidente pida formalmente una licencia al cargo.
La lectura de su colega de bancada, Teófilo Gamarra, fue diferente. Según refirió, Humala confirma que el caso es un asunto cerrado para el Gobierno. "Es lo más saludable. En la práctica ya no tiene relación con el Ejecutivo, ni con la bancada", aseguró.