Él se había vuelto su sombra. La acosaba desde hace un año, mañana, tarde y noche, la esperaba a la salida de su colegio, cerca de su casa. Ella, con sus apenas 14 años, vivía atemorizada y se sentía desprotegida. El último sábado, el depravado, ex pareja de la madre de la menor, la secuestró y la llevó a su casa en . Cuando intentaba de ella, la adolescente sacó un revólver, se defendió y le disparótres balazos.

El acoso del que era víctima la escolar había quedado registrado el último 20 de julio en la comisaría del citado distrito. Ese día, su madre, cuyo nombre mantendremos en reserva para proteger la identidad de la menor, denunció a su ex conviviente, César Almeida Farro (41), por hostigamiento y acosohacia su menor hija.

Pese a esta denuncia, el sujeto continuó acosando a la adolescente. Es así que el sábado último, a las 5:30 p.m., Almeida interceptó a la escolar cuando jugaba en un parque. La subió a la fuerza a su mototaxi y la llevó hasta el segundo piso de una vivienda ubicada en la Calle 30, en Ventanilla Alta. Allí la quiso violar.

Cuando era las 5:50 p.m., los vecinos escucharon tres disparos. Roger Silva, dueño del inmueble, contó que al escuchar los proyectiles, subió al segundo piso y vio el cuerpo semidesnudo y sin vida de Almeida sobre el piso. A unos pasos estaba la adolescente totalmente asustada. Había utilizado el revólver de su abuelo, un policía en retiro.

Agentes de la Depincri de Ventanilla acudieron al lugar y retuvieron a la menor. Un oficial de esa dependencia dijo que ella les contó que “tenía miedo de ser asesinada por la ex pareja de su madre y que solo se defendió para no ser ultrajada”. Ahora se encuentra en manos de la Fiscalía de Familia del Callao.

MENOR ES UNA VÍCTIMA

Consultamos sobre este terrible caso al decano del Colegio de Psicólogos de Lima y Callao, Daniel Villarreal, quien nos dijo que la adolescente actuó porque vivía en medio “de un temor extremo e intenso”.

“Al parecer, nadie la escuchó, nadie la ayudó. Evidentemente tenía un temor extremo hacia ese hombre y se defendió sola, pues no tenía a nadie de su lado. Necesitará tratamiento psicológico”, sostuvo. Agregó que la menor siempre fue una víctima, se sentía desprotegida y atravesaba por un gran daño psicológico.

Respecto a la situación legal de la escolar, el penalista Mario Amoretti indicó que no se le puede imputar ningún delito pues ella actuó en legítima defensa.

“Está libre de cualquier responsabilidad penal pues ha sido víctima de un intento de violación. Ella actuó en defensa propia. Las denuncias previas y la orden de restricción de alejamiento que tenía el agresor funcionan como antecedentes para constatar que ella ha sido víctima de acoso sexual”, dijo.

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