De los 9 mil casos, solo unas 800 personas están en lista de espera por la urgencia de su caso. (USI)
De los 9 mil casos, solo unas 800 personas están en lista de espera por la urgencia de su caso. (USI)

Redacción PERÚ21

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Mariella Sausa/msausa@peru21.comMaría Jesús tiene 36 años. Ella sufre de insuficiencia renal crónica, lo que quiere decir que su riñón ha dejado de funcionar y debe vivir conectada a una máquina de diálisis para que elimine las sustancias dañinas de su sangre. María Jesús ya no trabaja, pues d*ebe someterse al tratamiento tres veces por semana* y, debido a su condición, está expuesta a constantes infecciones. Pese a ello, no está en lista de espera de las personas que necesitan un trasplante de órganos.

En la misma situación de María Jesús se encuentran actualmente unos 9 mil peruanos. César Flower Peroné, director ejecutivo de la (ONDT), señaló a Perú21 que el año pasado se realizaron en el país 501 trasplantes de diversos órganos –el 95% de ellos de riñón–, aunque el requerimiento de los pacientes es mucho mayor.

"De esos 9 mil casos tenemos en lista de espera solo unas 800 personas porque son las que necesitan el trasplante con más urgencia. Sin embargo, tenemos la capacidad tecnológica, los profesionales médicos y también los pacientes para duplicar la cifra de trasplantes al año. Lo que nos falta es lo más importante: los donantes de órganos", comentó.

En el Perú la donación de órganos todavía es muy incipiente. De acuerdo con la estadística de la ONDT, solo 3.2 de cada millón de habitantes peruanos se convierten en donantes. Aunque la cifra ha experimentado un aumento progresivo en los últimos cuatro años, todavía registra uno de los niveles más bajos de América Latina.

Países como presentan un promedio de 16 donantes por millón de habitantes, mientras que Brasil y Argentina tienen 15 donantes por millón. En Europa, las estadísticas son mucho mejores, pues el promedio es de 19 donantes por millón. Allí el ránking es encabezado por España, con 35 donantes por cada millón de personas.

MUEREN 700 PERSONASCarlos Carvallo, gerente de Procura y Trasplante de Essalud –donde se realiza el mayor número de trasplantes del país–, señaló a Perú21 que anualmente fallecen unas 700 personas a la espera de un trasplante de órganos o tejidos.

"Solo en Essalud tenemos 10 mil personas que están en diálisis y cada año se suman a ella 10% más. De esta cifra, más de la mitad podría ser sometida a un trasplante, pero, al no haber donantes, diariamente fallecen dos o hasta tres pacientes que pudieron haber tenido esperanza de vida", anotó.

Carvallo dijo que la mejoría en el tema de la donación de órganos aún es insuficiente debido a que la población peruana tiene mucha desconfianza respecto al tema. Ello se debe a los trasplantes realizados hace unos años al margen de la ley o a las noticias sobre un supuesto tráfico de órganos, lo cual descartó.

"Los órganos no se pueden extraer, tenerlos en una refrigeradora y llevarlos al extranjero; eso es imposible, se tiene que tener una logística muy bien organizada, así como médicos especialistas y laboratorios sofisticados. Si un órgano no es sacado en las condiciones adecuadas, en cuestión de segundos simplemente ya no sirve", remarcó.

Al respecto, Flower recordó que la promoción, difusión o publicación sobre la venta de órganos está penada por ley con hasta ocho años de cárcel efectiva. Además, desde hace unos años está prohibido el trasplante de órganos a pacientes que no residan en Perú.

FALTA SOLIDARIDADCarvallo indicó que las familias traban las donaciones. Aunque hay 90 mil personas a favor de donar sus órganos y han firmado un acta de consentimiento o han aceptado ser donantes a través de su Documento Nacional de Identidad (DNI), en el 70% de los casos los procedimientos se truncan por la falta de voluntad de los familiares.

Ante ello, el congresista presentó un proyecto de ley para declarar donante solidario a todo aquel que no indique su negativa o afirmación de donar sus órganos. Sin embargo, Carvallo dijo que esa fórmula aplicada en otros países solo aumentó el rechazo a la donación.

Sostuvo que, aunque es difícil pedirle a los familiares que en el momento de la pérdida de un ser querido razonen y tengan en cuenta la necesidad de salud del país, es necesario apelar a la solidaridad. "Hay que perder los temores, pensar en salvar vidas y comunicarle a nuestra familia nuestra decisión", anotó.