Sada Goray, la ruta de su fortuna

Los orígenes del patrimonio de la investigada se remontan a una humilde ferretería que funcionaba en el centro de Trujillo. Luego, heredó predios mineros en Pataz, una zona de la sierra liberteña infestada por la minería informal. Son el preludio de Markagroup y de una ascendente carrera empresarial que llegó a su fin por el pago de coimas. Las matemáticas no cuadran.

Sada Goray cuando todo era felicidad. (Carlos Estrada Photography)

Actualización 17/07/2023 – 4:36

Por: Alvaro Reyes y Jomayvit Gálaga

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En el 692 del jirón Grau, en el centro de Trujillo, funcionaba la ferretería Goray. Era uno de los negocios que, en la década del 80, abrieron descendientes de japoneses y chinos a lo largo de la calle que hasta hoy respira y vive del comercio. El local de Teodoro Goray era pequeño, pero nutrido con toda clase de herramientas e implementos para arreglar griferías y pintar paredes. Se trataba del principal ingreso familiar, aunque sus descendientes, entre ellos su nieta Sada, cambiaron drásticamente su emprendimiento: las llaves y las tuercas por los terrenos y el concreto.

La calle Grau no es la misma de hace 40 años. En la esquina con jirón Junín ya no está la tienda deportiva de los Naito, otra familia japonesa; ahora se venden allí carcasas para celulares. Frente a ella ahora hay un mercado que abarca buena parte de la cuadra 6. Y la ferretería Goray se ha convertido en el ingreso a una galería de ropa, joyas y zapatos.

Pero a solo dos casas vive aún el octogenario José Murgia Zinner, exministro de Transportes durante el primero gobierno de Alan García. Pese a su miopía y al devenir de los años, que lo hacen caminar lento y encorvado, recuerda con lucidez a Mario Goray, a su esposa Violeta Chong y, por supuesto, a Sada Goray Chong.

“Como buenos japoneses, la familia Goray era muy trabajadora; el papá de Sada se dedicó a otros negocios, lo que se sabía era de su incursión en la minería, pero lamentablemente murió joven por problemas renales”, dice Murgia, parado en la puerta de su casa, a Perú21.

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Sobre Violeta Chong, la madre de Sada, refiere que era una mujer muy dedicada a la labor social con la iglesia. “Y ese trabajo lo intensificó desde que quedó viuda”, agrega.

En los registros del Reniec se consigna que Mario Goray Itakura nació el 12 de enero de 1948, pero no se sabe la fecha de su deceso. Tampoco hay una foto oficial que lo identifique.

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MIRA: El método que usó Sada Goray para hacerse de proyectos en el sector Vivienda

Sin embargo, allegados a Goray Chong señalaron a este diario que la empresaria se quedó sin padre a los 11 años. Es decir, en 1990.

Antes de morir, Mario Goray trazó un nuevo camino para el negocio familiar. Uno distante de la desaparecida ferretería de su padre. Su esposa e hijos heredaron los extensos predios mineros que este constituyó en Parcoy, provincia de Pataz, en la sierra de La Libertad.

Ruta del patrimonio

El 23 de abril de 1984, se registró en Sunarp un predio minero de dos mil hectáreas llamado Paccha, ubicado en el entonces paraje Alto Paccha de Parcoy. Sus dueños eran cuatro personas: Enrique Casma Goicochea y los hermanos Mario, Angélica y Julio Goray Itakura.

Según el documento, el subsuelo de ese terreno contenía oro. Los titulares, además, constituyeron este denuncio con S/450,470 de capital social. Cada uno, entonces, reclamaría como suyo el 25% de las ganancias que se generaran en el futuro por la exploración del lugar.

Y es que el negocio de los Goray y sus socios no se enfocaba en la extracción del mineral, sino en rentar o vender las tierras a empresas que sí tenían la maquinaria para hacerlo.

Pero Paccha era solo uno de los cuatro predios mineros que pertenecían al papá de Sada Goray. Los otros tres son Alto Blanco Primero, de 941.31 hectáreas; Castilla, de 760 hectáreas; y Alto Blanco, de 49 m2.

Todos los predios están ubicados uno al lado del otro en Pataz, una provincia que hoy es depredada por la minería ilegal.

Los herederos de Mario Goray y sus socios tomaron en serio este negocio cuando, el 30 de mayo de 2012, crearon Las Alpacas de Trujillo SAC, una compañía dedicada a desarrollar todo tipo de actividad minera, según la Sunarp.

Entre sus fundadores volvía a aparecer Enrique Casma y se añadió a su esposa Magna Longaray Silva. El resto lo completaban Julio Goray, Angélica Goray y los familiares del fallecido Mario Goray: su esposa Violeta y sus hijos Sada y Teisuke.

De acuerdo a los registros, el 23 de junio de 2012 los cuatro terrenos pasaron a manos de Las Alpacas y en ese mismo año sucedió una millonaria venta.

Una fuente que participó de la operación comercial, y que pidió no ser citada, contó a Perú21 que los accionistas consiguieron vender predios en esta zona por un valor que superó los US$10 millones.

Según la fuente, en el cierre del contrato estuvieron presentes Violeta Chong, Sada Goray y sus hermanos. Lo que sí aclaró es que los beneficiados eran 14 en total, por lo que el millonario monto debía dividirse entre ellos.

En el mapa de denuncios del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) se constata la ubicación de los terrenos (ver imagen arriba). Los cuatro predios están rodeados de otros que pertenecen a la Minera Aurífera Retamas S.A (Marsa). La fuente aseguró que el trato se cerró con esta última.

“(Les pagaron a los socios) entre 10 y 12 millones de dólares más o menos, menos de 1 millón por persona, ya el arreglo final fue interno. Esos denuncios estaban a nombre de Las Alpacas de Trujillo, cuatro pedazos que sumaban uno y que ayudaba a la minera (Marsa) a consolidar su posición en la zona que está llena de mineros informales”, refirió.

Este diario buscó contactarse con Marsa, pero no contestaron las llamadas al teléfono que figura en su página web pese a la insistencia.

El poder de Sada

No queda claro aún cómo Sada Goray incrementó vertiginosamente su patrimonio. En 2006, por ejemplo, se convirtió en socia del Golf y Country Club de Trujillo, una asociación que exige el pago de S/70,000 al contado para ser parte de sus filas.

En 2010 compró la lujosa casa en la urbanización El Golf, que aún ostenta, por el precio de S/375 mil. Y luego creó Markagroup, en la que también participan su hermano y madre.

En 2018, adquirió un terreno de 50,000 m2 en el distrito de Moche por el valor de US$2 millones 112 mil. Como reveló este diario, la detenida empresaria inició un anticipo de herencia para entregarle ese bien a su hija de 19 años, pero con un precio de US$4 millones 538 mil.

De acuerdo a la Sunarp, solo en Trujillo, Goray Chong ha declarado la posesión de hasta 52 inmuebles, lo que no incluye las decenas que tiene su firma en otras regiones como Lima.

Además, ¿de dónde sacó S/5.4 millones para coimear a Salatiel Marrufo, el exjefe de asesor del Ministerio de Vivienda, y así adjudicarse obras durante la gestión de Pedro Castillo?

En la trama de corrupción su negocio minero también tuvo una aparición. Luis Longaray Chau, el jefe de la Sunarp que Goray impuso para sanear los terrenos que quería vender en Chilca, es sobrino de Magna Longaray, fundadora de Las Alpacas de Trujillo.

Este lunes, el equipo especial que lidera la fiscal Marita Barreto pedirá la prisión preventiva de Goray, del periodista Mauricio Fernandini y del resto de investigados que sirvieron para transitar los sobornos de la dueña de Markagrop.

Su imperio no le ha servido para librarse de lo que a todas luces será una larga condena en la cárcel.

Mi Vivienda enfrenta arbitrajes por Goray

La trama de corrupción del caso Goray sigue generando cuantiosos gastos que salen de las arcas estatales.

El Fondo MiVivienda (FMV) ya firmó, hace menos de un mes, el contrato para defenderse legalmente de los arbitrajes iniciados por Aalto Inmobiliaria, la empresa que compró a Markagroup, que reclama por la suspensión de proyectos.

El Estudio Rubio Leguía Normand y Asociados se encargará de la asesoría legal, de acuerdo al contrato al que accedió Perú21.

Por esa función, el estudio cobrará S/310 mil y, si bien se tiene previsto que culmine a fin de año, fuentes del sector aseguran que, debido a la complejidad del arbitraje, podría durar varios meses más de lo estimado.

Aalto exige que se reanude la ejecución de los proyectos Chiclayo Bonito (Lambayeque) y Las Praderas de Cacatachi (San Martín), que han sido congelados debido a la investigación fiscal iniciada por las millonarias coimas que pagó la empresaria Sada Goray.

Ambos proyectos sociales fueron iniciados por Markagroup, bajo la convocatoria del programa Techo Propio. Pero no son los únicos.

Los otros son Piura Bonita (Piura), Lima Bonita (San Bartolo), Alto Larán (Ica) y Barranca Bonita (Lima provincia), que ya están en la mira de la justicia.

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