Policía sospecha que dueño de la casa de Sarratea ocultaba a sobrino de Pedro Castillo

La madrugada del sábado 16 de julio, un grupo de búsqueda de la Policía realizó un operativo que generó el disgusto de Palacio de Gobierno. Una investigación de la PNP había determinado que una persona muy cercana al presidente Pedro Castillo estaba en contacto con Fray Vásquez, el prófugo sobrino del mandatario, y que su escondite estaba a tan solo unos kilómetros de Lima.

En la víspera, un juez de primera instancia autorizó el allanamiento a un lujoso inmueble ubicado a la altura del kilómetro 102 de la carretera Panamericana Sur.

Labores de Inteligencia –realizadas desde la primera semana de julio– concluyeron que en dicho domicilio, ubicado en el distrito de Asia, estaba escondido el sobrinísimo de Castillo: un agente había logrado verlo.

MIRA: Gobierno busca infiltrar equipo especial de la Policía

Para sorpresa de los detectives, el inmueble en donde se encontraba el sobrinísimo presidencial tenía relación con Alejandro Sánchez Sánchez, dueño de la casa de Sarratea (Breña) y amigo del jefe de Estado.

Vehículos de su empresa Aldalab Perú S.A.C fueron fotografiados entrando y saliendo de la residencia. Esto y otros elementos que obtuvo la Policía fueron suficientes para determinar que Sánchez estaba al tanto de la ubicación de Vásquez y que incluso mantenía comunicación con el prófugo.

Ese sábado 16 de julio, sobre la 1:00 a.m., se realizó el ingreso de las autoridades al inmueble del distrito de Asia.

Agentes de la Dirección Contra la Corrupción (Dircocor) de la Policía, dos fiscales del equipo especial contra la corrupción del poder y el general PNP Óscar Arriola intervinieron la propiedad de dos pisos. Lamentablemente, Fray Vásquez ya se había hecho humo.

Los agentes solo encontraron en su interior a una pareja. Un ciudadano turco y una mujer peruana de apellido Torres.

“La Policía está infiltrada”, remarcó ayer a Perú21 una fuente del Ministerio del Interior. Afirmó, además, que por ese motivo la Fiscalía solicitó al –ahora– exministro Mariano González la conformación de un equipo especial para evitar, justamente, que malos elementos de la PNP tengan acceso a las investigaciones que comprometen al Gobierno de Castillo.

El grupo de búsqueda de la PNP se retiró de la lujosa residencia después de dos horas. Pero, sobre el mediodía, una llamada encendería las alarmas.

“CONVERSARÉ CON FRAY”

Horas después del frustrado operativo, Sánchez, el amiguísimo presidencial, llamó directamente al teléfono del general Óscar Arriola. Su actitud no era de indignación por el allanamiento, al contrario, era la de un tipo que buscaba saber qué pruebas tenía a su favor la Policía, según un audio al que accedió en exclusiva Perú21 y que ya se encuentra en poder del Ministerio Público.

“Sí, es mi casa, general”, reconoció Sánchez, aunque oficialmente no está inscrita aún en los Registros Públicos. Vecinos de la residencia allanada han confirmado a las autoridades que la vivienda se comenzó a construir en noviembre de 2021 y se concluyó en febrero de este año.

Ante la insólita llamada, Arriola exhortó a su interlocutor a que colabore con la justicia. “Para que estas personas (Vásquez, Pacheco y Silva) se pongan a derecho porque tarde o temprano por más que estén protegidas van a ser capturadas, eso se lo garantizo”, dijo el general.

De inmediato, Sánchez reaccionó: “Hay una desigualdad en la justicia de nuestro país”.

Mientras avanzaba la conversación, el amigo de Castillo tuvo una suerte de intento de confesión: “A raíz de la inocencia y desconocimiento que ha tenido la gente de nuestro grupo, él (Zamir Villaverde) se ha aprovechado y los ha hecho caer en esto”, contestó.

Arriola, después de escuchar ello, le recomendó –una vez más– que Fray Vásquez y los otros prófugos se presenten ante las autoridades.

“Voy a conversar con Fray sobre todo porque él está libre, de Fray no sabemos nada, pero en cuanto tenga la oportunidad voy a hablar con él. Después, con el resto yo no tengo absolutamente ninguna comunicación”, indicó Sánchez, con un juego de palabras, para luego cortar la comunicación.

Este diario buscó recoger la versión del amigo del presidente a través de llamadas y mensajes, pero hasta el cierre de esta edición no respondió.

ASÍ FUE SU ACERCAMIENTO AL PODER

Con tan solo 37 años y sin ostentar algún cargo público, Alejandro Sánchez ronda en lo más alto del poder. Nació en setiembre de 1984 en Anguía (Chota, Cajamarca), distrito en el que vivió hasta los ocho años y en el que el hoy mandatario Pedro Castillo intentó ser alcalde, sin éxito, en el 2002.

Conoció a Castillo en el marco de la huelga de maestros del 2017, cuando cedió un inmueble para que puedan pernoctar. Desde entonces, ambos han entablado una “buena amistad” que sería clave para el rol que hoy cumple. En la campaña electoral, Sánchez también le cedió el inmueble del pasaje Sarratea (Breña, Lima) para las actividades de Castillo.

Este es el inmueble que poco después saltó como el despacho presidencial paralelo, por donde desfilaron Karelim López y otros.

Tal es el protagonismo de Sánchez, que fue quien buscó frenar la publicación de la investigación periodística de Cuarto Poder sobre Sarratea a cambio de primicias.

Sánchez es dueño de la empresa Aldalab Perú S.A.C., que registra contratos con el Estado desde el 2014 y que desde que asumió Castillo ha seguido contratando.

Un vehículo de su empresa trasladó a Evo Morales en agosto pasado. Sánchez registra oficialmente tan solo una visita a la Presidencia, pero no fue la única.

TENGA EN CUENTA

• El Gobierno anunció la tarde de ayer que “reforzará” el equipo especial de la PNP que apoya desde el lunes a Marita Barreto; sin embargo, esto no es más que la continuación del plan para infiltrarlo con agentes de unidades que responden a los intereses de Palacio de Gobierno.
• El nuevo ministro del Interior, Willy Huerta, fue investigado por la Fiscalía Anticorrupción. En 2013, el caso terminó en el archivo.

VIDEO RECOMENDADO