El día que la fiscal Elizabeth Peralta confesó sus pecados, vestía de polo rosado de manga larga y pantalón del mismo color. No estaba en la iglesia, ni mucho menos frente a un cura, sino ante un hombre que, por la desconfianza que ella le representaba, decidió grabarla en video y de forma encubierta. Peralta, sin sospechar, se despachó a sus anchas, después de todo, hablaba con una persona que —según las evidencias— la ayudó de forma irregular a tener el cargo que hoy ostenta.
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El registro audiovisual es de 2016 y fue hallado de forma insólita en el allanamiento del 24 de septiembre último, ocho años después, por el fiscal supremo Alcides Chinchay.
El material estaba en un USB que guardaba la fiscal superior en su oficina, un dispositivo que le fue enviado por la persona que la grabó, a manera de amenaza, al notar que ella no cumplió con el pacto que cerraron. Él le vendió el examen escrito para su ascenso.
De no ser por el caso Chibolín, esta prueba de tráfico de influencias y corrupción seguiría oculta. El conductor de televisión Andrés Hurtado eligió bien a su ‘madre’, como se refería a Peralta.
Lo que muestra el video, a cuya transcripción accedió Perú21, es a una fiscal sin escrúpulos que, para conseguir su cometido, negoció su ascenso con los miembros del extinto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Los mismísimos Cuellos Blancos del Puerto, y esta red solo ayudaba a sus semejantes.
En este relato también aparece el hoy congresista José Luna Gálvez, un político que, de acuerdo con las indagaciones, captó a consejeros para asegurar la elección del jefe de la ONPE y así lograr la inscripción de su partido Podemos Perú.
A todas luces, la fiscal Peralta era una Cuello Blanco más.
“Yo llegaba a los consejeros”
Desde el inicio del encuentro, según la transcripción, se definió el tema de la conversación entre Elizabeth Peralta y su interlocutor: el concurso para ascender a fiscal superior, que para ese entonces ya había terminado. Peralta era fiscal provincial en Cañete en 2015, y al año siguiente era una poderosa fiscal superior titular en Lavado de Activos.
En el video, que dura 33 minutos y 16 segundos, después de que discutieran qué candidatos eran del agrado o no de los consejeros, se escucha a Peralta admitir que consiguió su ascenso gracias a que conocía a miembros del CNM. Dos de ellos eran Guido Aguila e Iván Noguera, más conocido como el ‘Dr. Rock’.
“Y Max Herrera le contó a Guido, y al último me había contado a mí, para qué, para no muñequearme, le fue a decir, por si acaso (ininteligible) con trece, eso le fue a contar Julio, y yo no sabía. Yo inocente de todo eso. Pero yo, yo te he dicho que yo llegaba a los consejeros, yo llegaba a Guido porque es mi alumno en la (Universidad) San Martín. En conclusión, yo me fui a dar el examen sin saber. Cuando yo me fui a la entrevista, yo ya, dos días antes había hablado con Iván Noguera, y tal es así que Iván Noguera me dice: ‘¿Qué quieres que te pregunte?’. ‘No me preguntes nada’”, relató la fiscal.
El concurso del CNM se dividía en evaluación escrita, curricular y la entrevista. La primera etapa la pasó bien porque, como se colige de la carta que fue encontrada con el USB, tuvo el examen en sus manos con anticipación.
Pero en esta declaración, la fiscal superior reconoce que rindió la última prueba sin estar preparada. Sin embargo, su amistad con Aguila y Noguera era suficiente para salir airosa del concurso N° 005-2015-SN/CNM.
Incluso, en otra parte de la conversación, detalla en qué circunstancias había conversado con el ‘Dr. Rock’. Fue en un desayuno, en el que también estaba el legislador José Luna Gálvez.
“Mira, yo tengo cuatro, tengo a la mayoría (…) es como cuando me llama Luna Gálvez y me dice: ‘Elizabeth, ven a tomar desayuno para que tomes con Iván’. Y yo fui a su oficina, pero en ese entonces Luna Gálvez pesaba, estaba en el poder, era congresista (…) yo me siento con Iván Noguera y con Luna Gálvez, y Luna Gálvez le dice: ‘Ayúdale’ (ininteligible). ‘¿Qué quieres que te pregunte?’. ‘Nada’, y no me preguntó nada”, expresó la ahora investigada.
De sus expresiones deja en claro que tenía a cuatro de los siete consejeros a su favor. Dos eran Guido Aguila e Iván Noguera, otro era Max Herrera, según las palabras de Peralta Santur.
¿Y qué tenía que hacer Luna Gálvez en esta historia? Para un político, un fiscal puede ser un aliado cuando las cosas se complican en la vía judicial.
Actualmente, el parlamentario es investigado por lavado de activos por el equipo especial Lava Jato. Aquí Peralta no tiene ni voz ni voto.
No obstante, a inicios de este mes, la Segunda Fiscalía Supraprovincial de Lavado de Activos formalizó investigación preparatoria contra Luna por la inscripción ilegal de su organización política. Acá la fiscal superior podría tener influencia, pese a que hoy está suspendida de sus funciones.
Perú21 buscó los descargos de Guido Aguila. No contestó las llamadas ni mensajes. Lo último que se supo de Noguera es que, siendo investigado, viajó a Argentina con autorización judicial en noviembre de 2023, y no regresó más.
Benji Espinoza, abogado de Peralta, quedó en contestar las consultas sobre el ascenso de su patrocinada. “Estoy dando clases, luego hablamos”, respondió por WhatsApp. Al cierre de esta edición no hubo respuesta.
A sus 67 años, la fiscal Elizabeth Peralta está llegando al final de su carrera. El caso Chibolín la puede jubilar antes de tiempo.
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