/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Regalos de Navidad

Las recientes encuestas que ubican la aprobación del presidente Ollanta Humala en 50% parecen un presente navideño para la familia presidencial, no de las encuestadoras, sino de una ciudadanía con ánimo regalón típico de diciembre.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Guido Lombardi,Opina.21glombardi@peru21.com

Sin duda, influye en ellas el destacado papel cumplido por nuestra delegación en La Haya y el ánimo triunfalista que de ese evento ha derivado una amplia mayoría de medios de comunicación. (Dicho sea de paso, nada justifica el cargamontón generalizado –especialmente en las redes sociales– contra Álvaro Vargas Llosa. Por inoportunas que resulten sus afirmaciones y por inconveniente que parezca haberlas presentado en la prensa de Chile, es una voz discrepante y, como tal, debería ser valorada y respetada. Habría que recomendarle, eso sí, ser menos enfático, porque el problema, como decía don Enrique Chirinos, no está en equivocarse sino en equivocarse con énfasis). Pero, volviendo a lo nuestro, las encuestas no deberían ocultar los severos déficits de gestión que está mostrando el Gobierno, sobre todo en áreas tan sensibles como educación y seguridad ciudadana. En este último rubro se han publicado más de 25 decretos legislativos, algunos de los cuales pretenden resolver antiguos problemas vinculados a la remuneración y a las pensiones de las Fuerzas Armadas y Policiales. Lo que está muy bien. Pero, como ha denunciado oportunamente IPYS, la carne viene con hueso. No solo se trata del secretismo establecido para todos los asuntos militares y policiales vinculados a la seguridad nacional, sino de la extraña exclusión que se hace de la Policía Nacional del Nuevo Sistema Unificado de Compras. Ya sabemos, desde siempre, que la corruptela, la ineficiencia y el despilfarro florecen de manera espléndida en las sombras del secreto.

Ojalá, en reciprocidad por la generosidad con que lo evaluamos, el presidente Humala nos regale la derogación o corrección de esos decretos legislativos.