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La radio, una emoción capital

Regresé, luego de seis años, a conducir un programa radial. Fue un reencuentro interior con mecanismos de comunicación que permanecían en fiel espera de este momento, y otro reencuentro con oídos y voces reales, así como con rostros imaginarios que expresaron, a través de Radio Capital, igual fidelidad.

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Fecha Actualización
Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Con la radio los seres humanos hemos inventado una nueva y revolucionaria forma de comunicación. Hablamos con un interlocutor invisible y debemos amputar en esa comunicación el 55% que representa la expresión gestual. Para ello los gestos, indispensables en la comunicación cara a cara, deben incorporarse a nuestra voz y ser parte de la emoción que ella conduce. Y eso, en quienes sentimos este oficio, en quienes lo ejercemos no solo para sobrevivir, sino para redescubrir y disfrutar la infinita variedad que ofrecen nuestras neuronas en la búsqueda y en la recepción del otro, es una verdadera fiesta, una celebración del encuentro humano. Una ratificación más de los infinitos caminos a explorar para que, finalmente, estalle el sentimiento de pertenecer a una única especie, más allá de las diferencias que nos separan.

Rescato, en este regreso, la palabra generosa de los oyentes y de ella el significado que tiene que muchos de los que allí hablaron, me dieran la bienvenida en nombre de Radio Capital. Expresa eso un sentimiento de pertenencia con el medio que es meritorio haber construido.

En lo íntimo sintetizo mi emoción en lo dicho por aquella oyente que, 30 años atrás, cosía para alimentar a su hijo, mientras, escuchando mi pequeña emisión radial, descubría su amor por la literatura.

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