2023: El año de la Inteligencia Artificial

Este año en particular ha sido testigo de avances extraordinarios en la IA, consolidando su posición como una fuerza impulsora clave en la innovación y el progreso tecnológico. Este punto de quiebre significó que empecemos a ver generación por IA en prácticamente todo lo que se nos ocurra que podamos encontrar en la web: Fotos, videos, texto, audios, música, códigos de programación, y el alcance de sus posibilidades sorprende, emociona y asusta a partes iguales.

A continuación los principales hechos que esta nueva tecnología ha propiciado este año:

El año actual ha presenciado avances significativos en el campo del aprendizaje profundo, una rama clave de la IA. Los modelos de inteligencia artificial ahora pueden comprender y procesar información de manera más sofisticada, logrando tareas complejas como el reconocimiento de patrones y la toma de decisiones más precisas. Estos logros han impulsado aplicaciones prácticas en diversos sectores, desde la medicina hasta la industria manufacturera.

Los asistentes virtuales impulsados por IA, como los sistemas de voz y chatbots, han alcanzado nuevos niveles de sofisticación. La capacidad de comprensión contextual y la mejora en la respuesta a consultas han mejorado la experiencia del usuario de manera significativa. Empresas y consumidores han adoptado en masa estas tecnologías, redefiniendo la interacción entre humanos y máquinas.

La IA ha dejado una marca indeleble en la atención médica, con avances notables en el diagnóstico médico, la investigación de fármacos y la personalización de tratamientos. Las capacidades de procesamiento rápido permiten análisis detallados de datos genómicos y la identificación de patrones que antes eran difíciles de discernir, acelerando así los avances en la medicina personalizada.

La conducción autónoma ha experimentado avances sustanciales este año, marcando un hito significativo en la industria del transporte. Los vehículos autónomos están más cerca que nunca de integrarse en nuestras vidas diarias, con sistemas de IA que aprenden y se adaptan constantemente para mejorar la seguridad y la eficiencia en las carreteras.

No por nada, el blog especializado en inteligencia artificial y neurociencia aplicada, Artificio, publicó un artículo en el que recomienda que las futuras IA’s de conducción se entrenen en el caótico tráfico de Lima, en donde la imprudencia, los baches y el desorden son pan de cada día.

Google, Huawei y Nvidia se propusieron entrenar modelos de IA con la finalidad de predecir el tiempo con hasta 10 días de anticipación, y han obtenido resultados sorprendentes y que incluso superan a los modelos tradicionales. Esta IA predice el futuro próximo basándose en patrones aprendidos a lo largo de 40 años de meteorología, en vez de resolver ecuaciones.

Las inteligencias artificiales fueron alimentadas por el modelo numérico del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés), y pese a que no son modelos perfectos, se espera que mejoren a medida que aprendan de observaciones meteorológicas directas recogidas por sensores.

A medida que la IA se vuelve más omnipresente, la discusión sobre la ética y la gobernanza se ha intensificado. Este año ha visto un enfoque renovado en la regulación y la implementación de estándares éticos para guiar el desarrollo y la implementación de tecnologías de IA, asegurando que estos avances se utilicen de manera responsable y beneficiosa para la sociedad.

Una discusión sobre este tema fue lo que aparentemente llevó al intempestivo y fugaz despido de Sam Altman como CEO de OpenAI. Un altercado que, según fuentes internas citadas por Reuters, colocó a varios directivos con un discurso más conservador sobre el control de la IA en contra de su CEO y cofundador, de ideas más abiertas sobre el uso de esta tecnología, tal como lo detallamos en este nota.

A pesar de los logros, la expansión de la IA también ha planteado desafíos éticos y sociales, desde la pérdida de empleo debido a la automatización hasta preocupaciones sobre la privacidad. La sociedad enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio adecuado entre la adopción de tecnologías avanzadas y la mitigación de sus posibles impactos negativos.

Además, el uso de inteligencias artificiales en la creación de contenido ha despertado inquietud y cierto temor, debido a los límites poco claros sobre lo que se puede crear y exponer en las redes sobre prácticamente cualquier tema o persona, generando una visión falsa o tendenciosa. La búsqueda de la verdad se convierte en una de las principales preocupaciones entre los críticos de la IA.

En conclusión, la Inteligencia Artificial ha sido la verdadera revelación tecnológica de este año, desbloqueando puertas a nuevas posibilidades y desafíos. A medida que avanzamos hacia el futuro, esta tecnología seguirá moldeando nuestra realidad, impulsando la innovación y presentando oportunidades emocionantes, pero también planteando interrogantes cruciales sobre su impacto a largo plazo en la sociedad. Es imperativo abordar estos desafíos con una mentalidad ética y proactiva para garantizar un futuro en el que la IA beneficie a todos.